"A los estadounidenses les gustan los éxitos de la política exterior. Aprecian todo lo que mejore la imagen de EE.UU. en el extranjero. Pero, al final del día, si llegan tiempos duros, miran hacia lo que sucede a su alrededor y se preguntan: '¿Y qué significa todo esto para mí?'. Para EE.UU., nada bueno", destaca Cohen, colaborador de la revista 'The Nation'.
"Sin duda, las cumbres de Ufá serán para Rusia ases en la manga: elevarán el peso de Rusia en el mundo", explica. Según acentúa, todos los miembros del bloque BRICS tienen fondos soberanos que podrían invertir en la economía rusa. Estas inversiones compensarán las pérdidas causadas por las sanciones impuestas por Occidente, insiste el politólogo.
En su opinión, en la perspectiva geopolítica el BRICS y la Organizacón de Cooperación de Shanghái serán una plataforma en la que se realizará el anhelado proyecto del Gran Triángulo: una estrecha unión entre Rusia, China y la India.
"Si agarras un papel y haces unas cuentas, verás la población, los recursos naturales, la capacidad de producción y la contribución de estos países [Rusia, China y la India] a la economía global, más otros dos miembros del BRICS: Brasil y Sudáfrica. Y la dirección es muy clara: políticamente, estos países declaran su independencia del liderazgo estadounidense en el orden internacional", subraya Cohen.