Los índices internacionales revelan que el oro atraviesa su mayor nivel de 'escasez' desde finales de 2008, cuando estalló la actual crisis económica y financiera mundial. Esta ausencia del metal, recuerda Forbes, se puede medir gracias a la comparación de los precios de contado y de futuro, cuya entrega se hace tiempo después de la compra.
Cuando el mercado opera con normalidad, el precio futuro es más alto. Pero cuando el valor de contado es mayor, ello se refleja es la urgencia de los compradores por apropiarse del oro de forma inmediata, una clara señal de su escasez. Además, este balance de precios es el único que lleva a los vendedores a ofrecer el producto.
Aunque para la mayoría de los especialistas esto no representa nada en particular, para la Nueva Escuela Austríaca de Economía (NASOE) significa que el oro no es escaso en el mercado, ya que es la más abundante materia prima del mundo en términos de relación existencias / flujo.
Es decir, la cantidad de oro producida por año es, en proporción, muy pequeña comparada con los inventarios disponibles, ya que cada onza que se extrae se vuelve a acumular. Por lo tanto, cabe preguntarse si realmente hay escasez.
La respuesta hay que buscarla en la debilidad económica actual, ya que cada vez que se atraviesa una crisis, se saca el oro de la circulación debido a que los grandes inversores, conocedores de las fluctuaciones del mercado, lo utilizan para protegerse y conservar el mayor patrimonio disponible, continúa el portal.
Esta actitud de quienes no están dispuestos a vender genera los niveles de escasez medidos en la actualidad, a lo que se suma el hecho de que tratan de comprar todo el metal que pueden, aunque su precio de contado sea más elevado que el de futuro. Y he aquí el principal motivo de esa supuesta escasez, que responde, en realidad, a la acumulación realizada por los elementos económicos más poderosos del mundo.