En Brasil, en plena recesión económica, los beneficios conjuntos de los cuatro bancos principales aumentaron en un 46 por ciento en el primer semestre de 2015 en comparación con el mismo período del año pasado, y en México, se incrementaron casi un 14 por ciento entre enero y junio respecto a la primera mitad de 2014, según los datos recogidos por el medio británico.Resultados similares se registran en otros países de la zona pese a la desaceleración de sus economías.
De esta forma, las ganancias de los bancos de Colombia, Ecuador, Paraguay o Uruguay en la primera mitad de este año también han aumentado en comparación con las cifras del año pasado, mientras que los bancos argentinos y venezolanos se encuentran en los primeros diez puestos de la lista regional de la revista 'The Banker', que analiza el retorno sobre el capital.
"La ganancia, debo decir, es un poco sorprendente", indicó a BBC Mundo Claudio Loser, presidente del Grupo Centennial Latinoamérica y exfuncionario del FMI.
Según los analistas, una de las razones de este buen comportamiento del sector bancario se debe a los altos intereses que cobran los bancos por créditos de consumo (hasta un 350,79 por ciento en el caso de Brasil).
"Uno puede observar tasas de ganancias muy altas porque han obtenido fondos muy baratos, han prestado seguro y a tipos altos", explica Loser.
Al mismo tiempo, la histórica expansión de la clase media en la región ha hecho posible que los créditos al consumo se incrementaran en un 20 por ciento anual durante la última década.
Por otro lado, hay factores favorables específicos que se registran en algunos países de la región.
En el caso de Argentina y Venezuela, se trata de las altas tasas de inflación, que a su vez apoyan a las tasas de interés, mientras que Brasil es uno de los países del mundo con los mayores tipos de interés real.
Algunos economistas apuntan a que el escenario está cambiando y el debilitamiento de la economía de algunos países ya se deja sentir en el sector bancario, como en Chile y Costa Rica.
Sin embargo, aunque los expertos admiten que la situación puede "comenzar a deteriorarse un poco", no prevén grandes problemas para la región.
"No esperamos que sea a niveles alarmantes ni que ponga en jaque a los sistemas financieros en América Latina", pronostica Arturo Sánchez, analista de Standard & Poor’s (S&P), citado por BBC Mundo.