"Por primera vez en décadas, 'Made in Russia' podría tener la oportunidad de volver a ser una marca global. Un rublo más débil ha creado una ventaja de precios para algunas industrias. Los volúmenes de exportación han comenzado a subir y, a su vez, han generado inversiones en determinados sectores nacionales", escribe la economista Birgit Hansl en su blog.
Según esta economista, Rusia ha aumentado las exportaciones a países fuera de la CEI en los sectores de minería, química y construcción de maquinaria. Como resultado, el volumen total de exportaciones del país creció un 1,7 % en el primer semestre de 2015. Hasta el momento, este incremento no ha sido suficiente para lograr un aumento global de las exportaciones no energéticas, pero esto podría cambiar a medio plazo, sostiene la autora de la publicación.
Las inversiones en algunos sectores ya han aumentado de manera considerable
Birgit Hansl opina que el impacto positivo de la caída del rublo ha sido "limitado y desigual", ya que algunos fabricantes todavía requieren inversiones adicionales. Sin embargo, "en algunos sectores ya han aumentado de manera considerable, sobre todo en las industrias de productos químicos, caucho, plásticos, electrónica y construcción de maquinaria".
Así, de acuerdo con la economista, durante la primera mitad de 2015 la inversión en la industria química creció un 23,1 % en comparación con el año pasado, mientras que en equipos electrotécnicos mejoró en un 30,7 %. "Los inversores rusos todavía no tienen confianza para aportar su dinero en inversiones más amplias y gran parte de lo que suceda dependerá de los avances que experimente la agenda de la reforma estructural global de Rusia", pronostica Hansl.
Eso sí, la experta señala que el esfuerzo del país ya ha sido reconocido por el índice Doing Business Index del Banco Mundial para 2016, ya que Rusia ha pasado del puesto 62 al 51 en esta clasificación anual.