¿Qué nos traerá el año nuevo? Cinco desafíos para la economía mundial en 2016
El estudio de HSBC analiza varios factores que podrían contribuir en la coyuntura económica internacional, informa el portal Zero Hedge.
El estancamiento de la política monetaria
Las autoridades monetarias de las mayores economías del mundo son incapaces de iniciar una política de nuevo tipo para estimular el crecimiento económico. Ya no hay más variantes viables, mientras que las actuales —la expansión cuantitativa, la política fiscal y las tasas de interés negativas— son inefectivas. Como consecuencia, las acciones podrían caer, especialmente en los mercados emergentes.
Crecimiento del precio del petróleo debido al cambio del volumen de suministro
Existe un riesgo de crecimiento súbito de los pecios del petróleo que tendría lugar tras el descenso de la explotación en EE.UU. en el año 2016. Si este descenso fuera demasiado fuerte, la capacidad ociosa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría ser insuficiente para satisfacer la demanda, mientras que los otros países productores de petróleo ya lo extraen al máximo nivel de sus capacidades.
El Reino Unido votará a favor del 'Brexit'
La incertidumbre sobre el futuro del Reino Unido como parte de la UE influye en la situación económica de la eurozona. Muchas compañías podrían abandonar el país para no perder el acceso a los mercados de la UE. Eso provocaría la venta masiva de libras esterlinas y podría también provocar problemas para el pago de deudas en la periferia de la UE, entusiasmada por los logros separatistas.
Fallos técnicos en las bolsas
El comercio automático de alta frecuencia se ha convertido en un gran problema para las plataformas de negociación, que a veces simplemente no tienen tiempo de procesar las inmensas cantidades de información. Como resultado de estos fallos, el mercado puede caer hasta un 10%, o incluso más. Según HSBC, el impacto de dichos fallos aumentará y dará lugar a una mayor reducción de la liquidez en el mercado.
Las amenazas provenientes de los países periféricos de la UE
El conjunto de los problemas económicos, políticos y sociales volvería a plantear la cuestión de la salida de algún país de la eurozona, lo que tendría sobre otros mercados un efecto considerable, parecido al de la crisis de 2011 en la zona euro. El Gobierno de Portugal, por ejemplo, afronta una gran cantidad de problemas y Grecia está llevando a cabo sus reformas a un ritmo muy lento. Esta situación significaría muy probablemente una caída del euro.