Medios alemanes: El petróleo ruso rompe con el dólar y con la hegemonía de EE.UU.
Rusia está dispuesta sacar en el mercado internacional de materias primas su propia marca de petróleo, escribe el portal informativo alemán Deutsche Wirtschafts Nachrichten.
De este modo, la marca rusa Urals se convertirá en un competidor directo de las occidentales Brent y WTI, que cotizan exclusivamente en dólares. Si esto sucede, será un duro golpe no solo a la moneda estadounidense, sino también al predominio de EE.UU. en el mundo, señala el autor el autor del artículo.
En noviembre de 2015, la bolsa internacional St. Petersburg International Mercantile Exchange celebró su primera subasta de contratos de futuros sobre el petróleo ruso de la marca Urals. "Nuestro objetivo es el de ocupar un lugar digno entre los principales indicadores. En la situación actual, los precios de nuestros principales productos de exportación, y es lo que determina nuestro presupuesto [estatal], están en manos de nuestros 'socios'", señaló un portavoz de la bolsa de San Petersburgo.
La creación de nuevo indicador de precios de petróleo en Rusia tendrá consecuencias de largo alcance para el comercio mundial, que aún se lleva a cabo casi exclusivamente en dólares, asegura el analista germano.
Actualmente la marca del crudo Brent utiliza la cotización del petróleo ruso Urals, continúa la publicación. En estos momentos a través de Brent se valoran las dos terceras partes de los contratos globales del petróleo aunque la cuota del crudo Brent en el conjunto del volumen total de las materias primas producidas a día de hoy ronda un uno por ciento.
Por esta razón, los planes de Rusia, el mayor exportador de petróleo mundial, son comprensibles, señala el autor. La creación de este "punto de referencia" ruso sería un duro golpe para Washington.
Este golpe terminará con el principal pilar de la influencia estadounidense que es el dominio del dólar. Porque mientras todos los pagos pasan por el Brent y el WTI, la demanda de dólares no disminuirá. Los bancos centrales de otros países reinvierten el superávit comercial resultante de dólares en bonos del gobierno de Estados Unidos. Esto le permite a EE.UU. tomar deudas indefinidamente sin consecuencias para su país, porque pueden imprimir dólares.