El presidente de Francia, François Hollande, anunció este lunes un estado de emergencia nacional contra el desempleo, cuyos ejes son la formación, el aprendizaje y las subvenciones para las pequeñas y medianas empresas.
Según recuerda el periódico ruso 'Vzgliad', desde 2012, cuando Hollande llegó al poder, más de 600.000 franceses se han unido a las filas de los desempleados, mientras que en la mayoría de las economías europeas más importantes el desempleo ha disminuido.
Así, la tasa de desempleo en Francia es superior al 10%, frente a la media de 9,8% de la UE. En el Reino Unido, la cifra es de tan solo un 5,2%, y en Alemania, aún menor: del 4,2%, según datos de noviembre de 2015. En España e Italia el nivel de desempleo es mayor, pero hay que tener en cuenta que son países que se han enfrentado a una grave crisis de deuda.
El nivel de desempleo en la república francesa no se reduce pese al crecimiento de su economía: después de tres años de estancamiento, el país registró el año pasado un crecimiento de más de un 1%. "A pesar de que la rentabilidad de las empresas francesas se esté recuperando, todavía son reticentes a contratar a nuevos trabajadores", reza el artículo del medio ruso.
"Enfoque socialista"
El plan de Hollande, que tendrá un costo de más de 2.200 millones de dólares, prevé ampliar la oferta de formación a desempleados y la duración de los cursos y programas. Hollande también ha prometido hacer que el sistema de calificación de los profesionales sea más claro y coherente.
El presidente francés ha destacado el lanzamiento de un programa de formación para 500.000 solicitantes de empleo, así como subvenciones para las pequeñas empresas para crear nuevos puestos de trabajo.
Según el artículo de 'Vzgliad', las medidas desarrolladas por Hollande para abordar el principal problema de Francia no son perfectas, y "los expertos dudan que sean eficaces".
"Creo que el enfoque socialista elegido por los países de la UE y, en particular, por Francia, que se expresa en forma de ayudas y subvenciones, en última instancia llevará a una reducción del crecimiento económico a cero, ya que elimina la competencia y los incentivos al trabajo y a la iniciativa empresarial", opinó al periódico Pavel Sigal, vicepresidente primero de la organización rusa de apoyo a las pequeñas y medianas empresas Opora Rossii.
El enfoque socialista elegido por los países de la UE y, en particular, por Francia, en última instancia llevará a una reducción del crecimiento económico a cero
A su juicio, el desempleo en Francia se debe, entre otras cosas, "al desarrollado sistema de seguridad social, que hace que a veces a una persona con formación y experiencia le sea más rentable no trabajar y recibir un subsidio que conseguir un trabajo y ganar mucho menos que la cuantía de la subvención".
"En realidad, lo que va a hacer el Gobierno francés es simplemente repartir dinero para ayudar a los empleadores. Sin embargo, dudo mucho que el crecimiento nominal de la oferta de trabajo estimule la reducción del desempleo, porque en Francia es mucho más rentable estar desempleado", comenta, a su vez, Kirill Yakovenko, de la empresa de corretaje Alor Broker.
Además, prosigue este experto, "el aumento del número de franceses empleados no afectará al nivel de consumo interno, debido a que las ayudas asignadas permiten a los ciudadanos mantener los hábitos de consumo".
"El prinсipal problema de Franсia es que está en la eurozona"
Por su parte, el eсonomista Valeri Mirónov ve como prinсipal problema del país galo su pertenencia a la eurozona. "Francia no puede devaluar la moneda para estimular su economía", explica el analista.
Como consecuencia, el problema de la alta tasa de desempleo en Francia y en la zona euro en su conjunto se agudiza, y también surge el riesgo de la deflación, a pesar del crecimiento del PIB, conluye Mirónov.