Efecto inesperado de la devaluación del rublo: se detiene la huida de capitales

La salida de capitales de Rusia se redujo en 2015 hasta los 56.900 millones de dólares frente a los 153.000 millones de 2014.

Los expertos del Banco de Rusia destacan una reducción sin precedentes de la huida de capitales del país en 2015 en comparación con el año anterior. Vinculan esta tendencia con el pago de la deuda de las empresas rusas bajo las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea y Estados Unidos.

Estadísticamente, el total anual de capitales que abandonan la economía rusa se redujo a un tercio: de 153.000 millones en 2014 a 56.900 millones en 2015. El índice llegó al mínimo en el cuarto trimestre del año pasado: 9.200 millones de dólares.

Distintos sectores de la economía, reza un comunicado del Banco de Rusia citado por la revista 'Expert', "ante unas condiciones difíciles de financiamiento externo se vieron obligados a abonar su deuda exterior con la reposición mínima, en los últimos años, de sus activos en el extranjero". Si se suma algo a aquellos activos, se hace habitualmente en forma de la inversión directa, detallan los banqueros.

No esperamos una huida significativa de capitales

El director del departamento de política monetaria y crediticia del banco, Ígor Dmítriyev, ofreció a la agencia TASS un pronóstico optimista también para el año en curso: "No esperamos una huida significativa de capitales —dijo—. Incluso dentro de un guion de altos riesgos sería comparable de escala con el año 2015: alrededor de los 60.000 millones de dólares; sería aún menor dentro de un guion básico".

El saldo positivo del balance de pagos en la cuenta corriente subió un 12,7%, hasta los 65.800 millones de dólares en 2015. Esto se debe a la disminución de los desembolsos para abonar la deuda externa en un contexto de una reducción del endeudamiento neto frente a los no residentes, explican los banqueros.

La huida de capitales de Rusia disminuye gracias a la devaluación del rublo ruso, cree un analista del mercado de la compañía MFX Broker citado por la revista 'Expert'. No es provechoso ahora para las empresas sacar el dinero al extranjero, ni siquiera a los paraísos fiscales. Mientras los tipos de cambio de las divisas sean tan inestables como en los últimos meses, es mucho más rentable invertir ese dinero en activos rusos. Incluso los activos con riesgos mínimos ofrecen beneficios de hasta el 15%, mientras que las expectativas inflacionistas para los próximos años se han reducido considerablemente en comparación con las de finales del año 2014, el primer año de las sanciones occidentales.

La salida neta de capitales puede alcanzar los 20.000 millones de dólares

Los ritmos mucho más lentos de huida de capitales están relacionados con dos factores, explicó un responsable de la compañía inversionista Freedom Finance. "Ante todo, se ha reducido el volumen de préstamos a corto plazo procedentes del extranjero. Durante el próximo semestre las empresas, entidades bancarias y otras organizaciones rusas tendrán que pagar algo menos de 40.000 millones de dólares sin tomar en consideración la posible refinanciación. La salida neta de capitales puede alcanzar los 20.000 millones de dólares. En segundo lugar, se reducen los beneficios de las compañías, tanto en rublos como —específicamente— en dólares a causa de la depreciación de la moneda nacional, también disminuye el número de inversores extranjeros".

El flujo de los dividendos destinados para los accionistas extranjeros en 2016 puede resultar cuatro veces menor en comparación con el año pasado. Si el precio medio del petróleo fluctúa entre los 30 y 40 dólares por barril, en el balance del año 2016 la salida de capitales no excederá los 50.000 millones de dólares, pronostica el economista.

Al menos, del mercado ruso han salido todos los que querían salir

Los cambios en el movimiento de capitales son resultado de las transformaciones globales en el sistema financiero mundial que comenzaron en 2014, opina el analista independiente Dmitri Adamídov. Durante el último año o dos todos los capitales de los países en desarrollo se transferían sistemáticamente a Estados Unidos y a la Unión Europea. Este proceso entra ahora en su fase final. "Al menos, del mercado ruso han salido todos los que querían salir", afirmó. Como consecuencia de este cambio, la salida de capitales es casi igual a la entrada de dinero en Rusia desde el extranjero.