Los bancos centrales del mundo tienen que organizar una acción coordinada para llevar a cabo una política de intervención cambiaria para apoyar el yuan chino y prevenir un mayor fortalecimiento del dólar estadounidense, insiste un informe reciente de Deutsche Bank publicado por la agencia Bloomberg.
"No es demasiado pronto para que Estados Unidos y otros grandes actores mundiales empiecen a considerar de qué manera pueden ayudar a China en la transición hacia un mercado con un cambio estable", subrayó el jefe de estudios extranjeros de Deutsche Bank, Alan Ruskin.
¿Por qué hay que salvar el yuan?
El yuan ha perdido frente al dólar alrededor de un 6% en los últimos seis meses, algo que los economistas consideran un debilitamiento fuerte. Además, la salida de capitales de China ha contribuido a la desaceleración del crecimiento de su economía. Esta recesión ha golpeado también a los mercados mundiales.
El Banco Central de China se ha visto obligado a gastar en el mantenimiento de la moneda nacional una cantidad enorme de sus reservas, alrededor de 513.000 millones de dólares. Por el momento se queda un poco más de 3 billones de dólares, con lo cual Ruskin segura que si no se interviene ahora y cambia la situación, dentro de seis meses esta reserva fiscal puede estar por debajo del nivel crítico.
Si las reservas de efectivo de China se agotan y los capitales siguen saliendo del país, Pekín no podrá realizar la intervención cambiaria y eso debilitará al yuan. En este caso todo podría terminar en el crecimiento del dólar, lo que causaría daños tanto a la economía de los Estados Unidos como a la de otros países, advierte Ruskin.
¿Qué es 'Plaza 2'?
Por lo tanto, según los expertos de Deutsche Bank, es necesario llevar a cabo lo antes posible el mismo plan que se realizó en el año 1985 en el marco del llamado 'acuerdo Plaza'.
Ruskin insiste en que debe haber un acuerdo 'Plaza 2'. Recordó que en dos ocasiones en la década de 1980 precisamente gracias a la política de intervención cambiaria se logró detener una fuerte subida del dólar. El experto se muestra seguro de que ha llegado el momento de tomar medidas similares, indica la publicación.
En el año 1985 los presidentes de los bancos centrales y los ministros de Finanzas de los países económicamente más desarrollados se reunieron en el hotel Plaza de Nueva York. Entonces había surgido la necesidad de desarrollar medidas contra la subida del dólar y de apoyar a otras monedas. Como resultado se llevó a cabo con éxito una política de la intervención cambiaria y en los siguientes dos años el dólar cayó a la mitad respecto al marco alemán y al yen japonés.