El juego del actual mercado mundial de petróleo es similar al póker: los mayores productores de crudo están sufriendo grandes pérdidas pero nadie quiere abandonar primero la mesa admitiendo su derrota, informa el diario 'The Wall Street Journal'.
Uno de los principales jugadores que influye en el alza y caída de los precios del crudo sigue siendo Arabia Saudita, que es capaz de contribuir a la estabilización al menos parcial del mercado. Prueba de ello fue el leve aumento de los precios registrados la semana pasada tras el anuncio de Riad de reducir la producción de petróleo, señala el periódico.
Riad "ha perdido no solo un par de cientos de miles de millones de dólares, sino también su cuota de mercado". Sin embargo, aún no ha tomado medidas y está examinando los naipes económicos y políticos con los que cuentan los demás jugadores. Y, de forma particular, EE.UU., Irán y Rusia, destaca el artículo.
"Arabia Saudita ha perdido su cuota de mercado a causa de un nuevo jugador, los productores estadounidenses de esquisto, y ahora corre el riesgo de perder terreno ante un viejo adversario: Irán, país que recientemente quedó libre de sanciones internaciones tras cumplir con el acuerdo nuclear. Sin embargo, en el marco de las guerras por el poder en Siria y Yemen, es difícil que Riad sea el primero en reducir la producción de petróleo", prevé el diario estadounidense.
Por otra parte, un informe citado por el canal de televisión CNBC señala que la economía saudita está serios estragos por la caída de los precios del crudo, y pronostica que el reino saudita entrará en bancarrota antes de 2018. Por el momento, Arabia Saudita cuenta con reservas considerables de activos, pero si la actual tendencia en el mercado petrolero se mantiene, las reservas se agotarán.