Desde este lunes, cuando algunos mercados de valores claves como los de China, Hong Kong, Singapur o Corea de Sur no abrieron por las fiestas del Año Nuevo Lunar, otros mercados internacionales sufren fuertes oscilaciones que reflejan el abandono de acciones por inversores que corren a comprar deuda soberana y coberturas de riesgos financieros.
En Grecia, por ejemplo, los mercados de valores alcanzaron su mínimo desde la década de 1990, mientras que en Japón, donde el mercado bursátil cayó, los bonos gubernamentales registraron tasas de interés negativas por primera vez en la historia. Simultáneamente, varios países, como Australia o el mismo Japón, registraron un rápido crecimiento del temor a la no devolución de las deudas empresariales.
En el transcurso de este año los inversores ya han sacado más de 7,7 billones de dólares de los mercados de valores internacionales
En el transcurso de este año los inversores ya han sacado más de 7,7 billones de dólares de los mercados de valores internacionales, abandonando ante todo los activos más arriesgados y acumulando la tercera mayor suma de dinero en efectivo desde 2009, informa Bloomberg citando a Bank of America.
Lo que preocupa a los inversores es la caída de los precios del petróleo, la frenada de la economía de China, que además reveló que en enero sus reservas de divisas se redujeron en 100.000 millones de dólares, y los problemas entre los bancos internacionales, como el alemán Deutsche Bank AG, que registró sus primeras pérdidas desde 2008.
Mientras de China no llegan noticias buenas, el mundo de las finanzas permanece a la espera de la intervención en el Congreso de EE.UU. de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, esta semana, para saber si EE.UU. decide volver a subir la tasa de interés, algo que en diciembre pasado ya provocó el caos en los mercados.
Mercados de España también caen
En España, a todos estos problemas se les agrega la incertidumbre política, comenta 'El Confidencial'.
A los mercados europeos también les preocupa que el euro no se deprecie como estaba previsto. En este sentido, ni siquiera ayudan las predicciones del crecimiento de la economía de la zona euro en 1,6% en 2016, un 0,1% más que en 2015. Según una reciente encuesta de Bank of America, solo un 8% de los inversores confía en que la economía mundial mejore en próximos 12 meses.
A nivel internacional esta semana fue en las plazas europeas donde más cayeron los mercados de valores, desmintiendo así los pronósticos que aseguraban que en 2016 las acciones crecerían. Alentados por estas previsiones, los inversores pusieron entonces su dinero en los mercados, para sacarlo ahora, decepcionados. Esta semana el índice bursátil de la zona euro, Euro Stoxx 50, se redujo en 27% desde su pico en abril de 2015 y sigue cayendo.
En España, a todos estos problemas se les agrega la incertidumbre política
El retorno de Grecia
El índice bursátil alemán DAX se redujo en 3,3% el martes, el IBEX español cayó un 4,4% y los valores griegos alcanzaron mínimos de la década de 1990. A diferencia de otros mercados internacionales, la caída del mercado griego se debió a una causa objetiva: el nuevo estancamiento de las negociaciones entre este país y los representantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional sobre la deuda griega y las medidas de austeridad que tiene que aplicar Atenas para recibir el siguiente tramo de rescate.
Pese a que la situación en los mercados aún no es tan preocupante como en julio del año pasado, cuando perdieron un 21% para luego recuperarse, la caída de la bolsa de Atenas recuerda que la crisis griega que socavó el mundo político y financiero el verano pasado está lejos de terminar y que los problemas con el euro pueden volver ya que permanece la amenaza de la salida de Grecia de la zona euro, explica Kathy Lien, analista del BK Asset Management.
El lunes, el valor de mercado de los bancos griegos, de por sí muy bajo, cayó un 24%, la peor caída desde agosto de 2015. La caída está relacionada con las estimaciones de la Comisión Europea, que prevé que la economía griega se contraiga un 0,7% en 2016 después de no haber crecido nada en 2015, y que la suma de la deudas sin devolver a los bancos griegos alcance los 111.000 millones de dólares.
En consecuencia, el índice de la Bolsa de Atenas (ASE) se redujo un 7,9% el lunes y un 26% desde el inicio de 2016, el peor resultado entre los 93 índices de acciones internacionales estudiados por Bloomberg.
A la vez, la rentabilidad de los bonos de 10 años de la deuda griega saltó en más de un 0,6% (y casi un 2% desde finales del 2015) hasta más del 10%, algo que refleja la poca confianza que genera en los inversores. Este incremento sucedió en la misma semana que la deuda de 10 años de Japón registró por primera vez en la historia una tasa de rentabilidad negativa, ya que los inversores quieren comprarlos incluso con pérdidas ya que no confían en los bonos de la mayoría de países.
El rendimiento de los bonos de Japón, por debajo de cero
"Es casi como el pánico", comentó a Bloomberg Hideo Shimomura, gerente de Mitsubishi UFJ Kokusai Asset Management en Tokio.
Es casi como el pánico
La tasa de interés del bono de 10 años del Gobierno japonés se estableció en -0,035% esta semana. De esta manera, Japón 'se unió' a países como Alemania, cuyos bonos a 8 años y menos tienen una rentabilidad negativa, o como Suiza, cuya deuda que vence en 2018 registró un rendimiento de -0,95%.
En comparación, en España a rentabilidad del bono a 10 años es de alrededor de 1,8%.
A nivel mundial, el lunes ascendieron a 7 billones de dólares los bonos de Estados con tasas de interés negativas, calcula Bloomberg.
La Amenaza Fantasma de Deutsche Bank
Los inversores acuden a la deuda pública cuando los mercados internacionales registran caídas, como ocurrió este martes con la pérdida del 2,9% del Índice de Asia Pacífico de Morgan Stanley, que reúne a todos los países de la región. Es más, el índice de precios de la Bolsa de Valores de Tokio perdió ese día el 5,5%.
Esta situación, aparte de los problemas ya habituales que asustan a los mercados, refleja los nuevos desafíos como el pánico causado por el Deutsche Bank AG alemán, sobre el que algunos inversores creen que no podrá cancelar su deuda más arriesgada en 2017.
El Deutsche Bank afirmó el lunes que tiene recursos suficientes para pagar su deuda, algo que los inversores más recelosos interpretaron como todo lo contrario
El banco publicó el lunes una declaración en la que afirmó que tiene recursos suficientes para pagar su deuda, algo que los inversores más recelosos interpretaron como todo lo contrario.
Es la primera vez en cuatro años que una entidad del tamaño del banco alemán se ve obligada a tranquilizar a sus inversores, según Bloomberg. "[Deutsche Bank] en realidad ha asustado al mercado. La gente inmediatamente pensó que hay un problema con los pagos en los bancos y no pueden hallar recursos para pagar [lo que deben]. Da la sensación de que estamos alcanzando el punto en el que el mercado entra en pánico", explicó John Gorman, gerente de Nomura Holdings Inc. de Tokio.
El temor provocado por el banco no solo alcanzó a Europa y EE.UU., sino también a Japón y Australia, que registraron un rápido crecimiento de las operaciones de cobertura de riesgos financieros. Mientras en Japón los inversores vendían las acciones y compraban bonos del Estado, también crecían las permutas de incumplimiento crediticio, ya que la inseguridad provoca que todos busquen un seguro para los bonos corporativos, como los de Deutsche Bank.
¿La culpa es del Año Nuevo Chino?
Durante las fiestas del Año Nuevo Lunar varios mercados bursátiles claves de la región, como el de Hong Kong, Corea de Sur o Singapur, permanecen cerrados. El cierre de estos mercados provoca falta de liquidez a nivel internacional, lo que puede haber sido una causa de las perturbaciones en los mercados, opinan varios expertos.
Pero a la vez todo indica que "la economía financiera alienta la recesión", que por su parte estimula las crisis, recuerdan los analistas.