El dinero de papel no siempre tuvo el alto valor que le concedemos ahora ni el rol de principal motor del comercio. De hecho, durante la mayor parte de los últimos 2.500 años, ha sido considerado como una alternativa temporal al dinero real: el oro y la plata. Según afirma el estratega de inversiones Henry Hewitt en un artículo para el portal Oilprice.com, es hora de que los inversores se pregunten: ¿Realmente hemos pasado de la época del oro? ¿Puede la moneda de papel mantener su valor cuando todos los Bancos Centrales intentan imprimir tanto dinero como puedan?
En nuestra época, aparte del dinero en forma de papel tenemos otro tipo de moneda: el dinero electrónico. Sin embargo, lo que no ha cambiado es que todos los tipos de moneda tienen que representar un valor, y aún más en el mundo donde la capacidad de producir cualquier cosa ha llegado a un punto que parece que hay más cosas disponibles de las que realmente se necesitan.
Según sostiene Hewitt, el mercado ha llegado a otra cumbre de su desarrollo: el tope de deuda. Para explicarlo, el experto cita a 'The New York Times': "Debajo de la superficie del sistema financiero mundial se esconde un problema de muchos billones de dólares que podría debilitar la fuerza de las grandes economías para los años venideros". El experto indica que la forma segura de determinar que la economía mundial está en una situación difícil es la apariencia de las bajas tasas de interés en todo el mundo, incluso de cero o negativas, lo que está sucediendo ahora. Esto significa que los inversores están tan preocupados que preferirían pagar al Gobierno o a una institución por el privilegio de prestarles dinero que mantenerlo en un banco local.
A consecuencia de esto, el analista cree que es hora de volver al oro, o al menos preguntarse si tiene sentido ahora producir más dinero en papel y cuanta fe se tiene en esta forma de moneda.