Según una fuente anónima del Gobierno iraní consultada por Reuters, la razón por la que Teherán rehusó inicialmente congelar la producción de crudo era asegurar la igualdad de posiciones de todos los participantes en el acuerdo, informa Reuters.
Dicho de otra forma, a juicio de las autoridades iraníes, era preciso llegar a un mejor acuerdo entre los distintos actores. Para que fuera justo, los países que habían aumentado la producción (como Arabia Saudita) debían bajarla, mientras que a Irán se le debía permitir alcanzar los niveles que tuvo antes de las sanciones.
Al mismo tiempo, según Irán, un acuerdo global sobre la congelación de la producción no será suficiente para hacer aumentar los precios del petróleo, ya que el mercado está saturado por el exceso de oferta.
El 16 de febrero pasado los ministros de Energía de Rusia y de los países de la OPEP acordaron congelar la producción petrolera a los niveles medios del último enero. En un primer momento, Irán se abstuvo de cooperar en este ámbito, pero luego se adhirió también al acuerdo colectivo.