¿El mundo se quedará sin oro? Expertos vaticinan que pronto será imposible comprar el preciado metal
Max Keiser, presentador del programa 'Keiser report' de RT, discutió con Sandeep Jaitly, miembro prominente de la Nueva Escuela Austríaca de Economía y gestor de fondos de inversión sobre este tema. "La gente tiene que saber que dentro de seis meses es posible que ya no pueda cambiar sus divisas por oro", afirma Keiser. "Exacto. Lo primero que hay que hacer es tener en cuenta las distintas formas que existen de comprar oro. Hay monedas, barras pequeñas y barras grandes. Y cuando se compran y venden barras grandes en el mercado mayorista, estamos hablando de pagos d+2 (pagos dos días después del día de cotización)", explica el experto.
"Uno recibe el oro y entrega el dinero fiat (dinero fiduciario, que se basa en la fe o confianza de la comunidad) al cabo de dos días y lo que acabará sucediendo es que el oro no se recibirá al cabo de dos días, sino de tres, de cuatro o de cinco, y el plazo seguirá subiendo. Además, a medida que la disponibilidad de las monedas de oro vaya decreciendo, los poderes tendrán que asegurarse de que todas las casas de la moneda tienen existencias: la británica, la estadounidense, la canadiense, etcétera. El problema es que esas instituciones hasta ahora nunca se han visto en la tesitura de que un ciudadano no pueda comprar una moneda de oro o de plata", sentencia Sandeep Jaitly.
¿El precio del oro y la plata podrían alcanzar máximos históricos?
Muchísimas divisas ya han alcanzado máximos históricos. "Hay como 10 o 15 divisas así. Y hay otras que se encuentran muy cerca de batir su récord histórico, solo a un 10%: me refiero al euro, a la libra, al yen, etcétera", constata Keiser. "El oro solo registra descensos importantes respecto al dólar, lo cual se debe a que como el oro cotiza en dólares y el mercado de futuros y del dólar se pueden manipular mediante técnicas artificiales como los intereses negativos, es posible mantener la ilusión de que el oro no marcha bien frente al dólar", añade. "Hasta que llega un punto en que cuando una persona quiera comprar oro, le dirán: 'Lo sentimos, no hay oro disponible'", concluye Keiser.