Mientras algunos países, como Corea del Sur o Suecia, avanzan hacia la eliminación del dinero en efectivo, algunos analistas intentan explicar cuáles serían las ventajas y desventajas de ese sistema. Por un lado, bajaría el índice de asaltos y se evitarían las transacciones ilegales; no obstante, se le entregaría a los gobiernos un poder inusitado y desmedido en el manejo del dinero de la población.
Evitar la evasión impositiva y combatir el delito, ya que no habrá quien lleve efectivo que robar, son algunas de las ventajas que tendrá avanzar hacia sociedades en las que el dinero físico sea solo un recuerdo, publicó el portal Bloomberg.
Sin embargo, hay un elemento desalentador frente a esta posibilidad: a través de los sistemas de pago electrónicos se le entrega demasiado poder a los gobiernos en detrimento de los ciudadanos.
"¿Qué podría ocurrir si el gobierno cometiera un error?", se pregunta el portal y responde que siempre se corre el riesgo de que el dinero de la población "se desvanezca". Si alguien se queda sin plata con el sistema actual, puede recibir ayuda de familiares y amigos, pero si no existiera el efectivo y todo se manejara de manera digital, el mismo gobierno que generó el problema podría interceptar cualquier nueva transacción.
En conclusión, se crearía una gigantesca brecha entre el ciudadano común y los gobiernos con un poder extraordinario, capaz de entrometerse en cada detalle de la vida de las personas. Por eso, antes de aplicar el nuevo sistema, se deben pensar las maneras de limitar la capacidad gubernamental de utilizar los sistemas de pago como instrumentos de control, concluye el artículo de Bloomberg.