La semana pasada el dólar avanzó frente a las principales monedas mundiales en plena expectativa de que la Reserva Federal suba la tasa clave de interés de la moneda estadounidense.
Una parte de los analistas occidentales lanza estos días propuestas para tratar de modificar la tendencia. Una primera iniciativa puede ser rechazar el dólar en favor del euro en los pagos internacionales, una intención manifestada por Irán, que expresó su voluntad de recibir euros como forma de pago en los contratos de suministro de petróleo para reducir su dependencia de la moneda estadounidense. Sin embargo, como se desprende de la práctica mundial, el dólar y el euro están estrechamente relacionados.
"[La fórmula para debilitar al dólar] no debe apoyarse en el euro. La moneda europea está muy vinculada al dólar en múltiples respectos, y las élites financieras europeas, en particular las alemanas, están encajadas en las élites financieras estadounidenses. Por no hablar de las élites neerlandesas, la City de Londres, etcétera", comenta Yuri Gromyko, director del Instituto de Estudios Avanzados Schiffers, en declaraciones recogidas por el portal Pravda.ru.
En consecuencia, estima el analista, hay que usar diversas monedas de la cesta de divisas de reserva para poder debilitar al dólar. Gromyko propone establecer un mecanismo de intercambio de monedas que excluya el dólar en el marco de cada proyecto entre países, como por ejemplo, existe el 'swap' entre el yen japonés y el yuan chino.
"Los 'swaps' deben basarse en la tasa preferencial de intercambio de monedas nacionales de los países miembros de un proyecto concreto", precisa el experto.
Gromyko subraya que la formación de 'swaps' está consolidándose y asegura que es un proceso que ya "está causando mucha preocupación en EE.UU.".