¿Se lanza China a una revolución de gas de esquisto?
La Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC, en inglés) y la empresa petrolera británica BP firmaron el 31 de marzo un contrato de producción compartida para el desarrollo conjunto y la producción de gas de esquisto, informa Xinhua.
Los dos gigantes petroleros alcanzaron un acuerdo para la exploración de la zona de Neijiang-Dazu, en la cuenca de Sichuan, en el suroeste del país. Se trata de un área de aproximadamente 1.500 kilómetros cuadrados.
Según los pronósticos de BP que figuran en el documento 'Perspectiva energética 2016', para el año 2035 el gas de esquisto representará una cuarta parte del total del gas producido a nivel mundial y China será el mayor proveedor.
China dispone de unos 26 billones de metros cuadrados de reservas de gas de esquisto, las mayores del mundo. Sin embargo, su extracción se ve dificultada por la complicada geología del país. Por el momento, la producción total de gas de esquisto constituye menos del 1% de la producción de gas natural de China.
China será el segundo desarrollador de yacimientos de gas de esquisto
El 29 de diciembre de 2015, Sinopec, la mayor refinería de petróleo de China, anunció que Fuling, su proyecto de gas de esquisto en la municipalidad de Chongqing, suroeste de China, alcanzó una capacidad de producción anual de 5.000 millones de metros cúbicos. Este logro puso a China en el segundo lugar en la lista de desarrolladores de explotaciones de gas de esquisto del mundo, precedido solo por Estados Unidos.
Estos avances, que incluyen no solo el aumento de la capacidad de producción sino también mejoras en técnicas de perforación de gas de esquisto, ocurren en un momento en el que China hace esfuerzos para disminuir la cuota de energía obtenida del carbón por la gran contaminación que genera.