La tendencia actual hacia el establecimiento de un equilibrio entre la oferta y la demanda, y la estabilización de los precios petroleros en alrededor de 40 a 60 dólares por barril puede poner fin a las "condiciones favorables" para Estados Unidos, que no logrará adaptarse a tiempo a los cambios, opina Brad McMillan, director de inversiones de la empresa estadounidense Commonwealth Financial Network.
Actualmente la producción de crudo en el mundo excede la demanda en entre un 1 y 2 por ciento, con Arabia Saudita, EE.UU. (donde sigue siendo significante pero va disminuyendo) y otros países exportadores contribuyendo a esta situación. El exceso de oferta desaparecerá a condición de que la demanda continúe creciendo y los países exportadores reduzcan la producción, destaca el experto en su artículo para 'Forbes'.
En este caso, la economía estadounidense ―que se recupera en gran parte debido a los bajos precios del petróleo―, podría entrar en un declive, con el petróleo como "el candidato principal" para golpearla. Asimismo, McMillan insta a quienes esperan un aumento de precios petroleros a que sean más "prudentes en sus deseos".