El nuevo futuro de Arabia Saudita, explicado en cinco reformas económicas

Riad quiere reinventarse. Las autoridades de Arabia Saudita dieron a conocer el pasado 25 de abril un ambicioso plan para poner fin a la "adicción" del reino al petróleo y transformarlo en una potencia global basada en la inversión. El 'Proyecto de la Visión Arabia Saudita 2030', liderado por el propio príncipe Mohamed, contempla dar una serie de pasos en varios sectores. Estas son las cinco reformas claves que se llevarán a cabo en Arabia Saudita, según 'The Wall Street Journal'.

Energía

En primer lugar, el principal departamento gubernamental del país dejó de ser el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales, que se ha reconvertido en el Ministerio de Energía, Industria y Recursos Minerales. Será dirigido por Khaled al Falih, tecnócrata respetado que se encuentra entre los principales asesores del príncipe Mohamed. Se espera que se encargue de la privatización parcial del gigante petrolero estatal Saudi Aramco, una medida clave para reformar una economía que necesita diversificación ante la caída de los precios de petróleo. Además, Riad espera que el desarrollo industrial en general y la expansión de la industria manufacturera en particular –actualmente representa una cuarta parte de la actividad no petrolera– ayuden a aumentar el volumen del sector privado del 45% hasta el 60% del PIB. Y de esta forma contribuya a reducir el desempleo del 11% al 7%.

La producción industrial se concentra actualmente en la provincia oriental, rica en petróleo, y se centra en la fabricación de productos químicos relacionados con el crudo. Vincular esta industria con la energía puede ser provechoso para Riad, dado que la energía sigue siendo una de las principales ventajas competitivas del país.

Agua y electicidad

El Ministerio de Agua y Electricidad ha sido disuelto tras las críticas recibidas por las elevadas tarifas. Ahora, la cartera del agua formará parte de un nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Agricultura, mientras que la electricidad será incorporada en el departamento dirigido por Khaled al Falih. El príncipe Mohamed sigue comprometido con la reducción de los subsidios a la energía y los servicios públicos. Se espera que la medida genere 30.000 millones de dólares para las arcas gubernamentales en el año 2020.

Comercio e inversión

Sometido a una reciente reforma, el Ministerio de Comercio e Inversión ha comenzado a poner en funcionamiento una nueva ley de empresas que entró en vigor la semana pasada. La ley contempla la restricción para los presidentes de compañías de ocupar cargos ejecutivos y reduce los costos empresariales, incluida una bajada del capital necesario para establecer una empresa desde aproximadamente los 533.000 dólares hasta los 133.000 dólares.

Asimismo, los inversores están a la espera de la aprobación de una nueva ley de insolvencia, que proporcionará un marco legislativo para la reestructuración de empresas en crisis e incluirá nuevos procedimientos de pago y reclamación. En la actualidad, la liquidación de una empresa en Arabia Saudita es difícil, porque la deuda corporativa a menudo está asegurada por los directores, que pueden ir a la cárcel por impago. Cualquier cambio positivo en esta situación puede ayudar a aumentar la contribución de las pequeñas y medianas empresas al PIB.

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Fondo soberano 

El Banco Central de Arabia Saudita ya no deberá supervisar la riqueza del Estado y será transformado junto al Fondo Público de Inversiones (FPI). El FPI fue establecido en 1971 para participar en empresas locales en un esfuerzo por desarrollar la economía nacional. Ahora el FPI se convertirá en el propietario de Saudi Aramco y en un fondo soberano de dos billones de dólares. Será un centro de inversión internacional.

Estos cambios tendrán consecuencias sobre el papel del Banco Central que será una institución más tradicional encargada de supervisar las regulaciones prestamistas con menos influencia sobre las inversiones.

Cultura y ocio 

El plan de reformas promete construir proyectos "culturales y de entretenimiento", con los espacios culturales disponibles, como bibliotecas y museos. Su objetivo es duplicar el gasto de la población en actividades culturales y de ocio en el territorio del país hasta el 6% en 2030. Muchas familias saudíes prefieren ir de vacaciones en el extranjero porque disfrutan de más libertades. Por ejemplo, el cine, que está prohibido en Arabia Saudita desde la década de 1980.