Con el éxito del Foro Económico de San Petersburgo, Rusia ha demostrado que EE.UU. ha fracasado en su intento de imponer al mundo la idea del aislamiento de Moscú, escribe en su nuevo artículo para 'The National Interest' el analista Nikolái Pajómov.
Según el autor del artículo, el Foro Económico Internacional de San Petersburgo "ganó un significado simbólico adicional" en 2014, cuando la Casa Blanca comenzó a presionar a los directores ejecutivos de algunas de las compañías más grandes de EE.UU. para que ignoraran el evento.
"Después del 20º Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se celebró a principios de este mes, es discutible si esta política funcionó, ya que las empresas estadounidenses estuvieron bien representadas", sostiene Pajómov.
Por otro lado, prosigue, "no hay duda" de que "las empresas de otras partes del mundo aprovecharán la oportunidad perdida" por aquellas empresas estadounidenses que siguieron la política de su país de "evitar" a Rusia.
"Lejos de estar aislada"
En un contexto político más amplio, "mientras que Washington pretende haber aislado a Rusia, los europeos están tratando de colaborar con Moscú", subraya el analista.
Mientras que Washington pretende haber aislado a Rusia, los europeos están tratando de colaborar con Moscú
En su opinión, "casi nadie pensó" que si las empresas estadounidenses ignoran el Foro de San Petersburgo "sería la última gota" que obligaría a Rusia a ceder a las demandas occidentales con respecto a Crimea y Ucrania. Los hechos lo han confirmado: Crimea sigue siendo parte de Rusia, la economía rusa "ha estado soportando golpes externos mejor que muchos expertos en Occidente esperaban" y el presidente Putin "sigue recibiendo a muchos invitados extranjeros, incluidos algunos norteamericanos, en su ciudad natal", constata el experto.
En el ámbito político, el Foro de San Petersburgo resultó "rico en conversaciones de alto nivel", con la presencia del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi y el expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Por otro lado, al evento asistieron también varias decenas de líderes de compañías estadounidenses y europeas, que tuvieron la oportunidad de "escuchar ofertas directamente de Putin" sobre cómo comenzar a trabajar en Rusia o expandir su negocio ya existente, señala el analista.
Para Pajómov, "no hay duda de que Rusia y su presidente siguen siendo una fuerza en las relaciones internacionales", y el Foro Económico Internacional de San Petersburgo de este año ha confirmado que "el país está lejos de estar aislado, y que los líderes occidentales tendrán que tratar con él por mucho tiempo".