Economía
EE.UU. frena el auge tecnológico con su celo protector de la propiedad intelectual
Al proteger con celo sus tecnologías, EE.UU. obstaculiza el desarrollo tecnológico mundial. El economista Timothy Taylor cree que el país debería dejar de perseguir fines de lucro y romper las barreras al libre uso de la propiedad intelectual.
En su blog Conversable Economist el economista sugiere que EE.UU. debería calmarse y dejar de presentar quejas contra China sobre la violación de los derechos de propiedad intelectual, ya que -asegura- la propagación de los resultados de la labor intelectual de EE.UU. favorece el desarrollo de la economía global.
"Tiene claramente poco sentido en una economía global exigir el cumplimiento estricto de los derechos de propiedad intelectual dentro de las fronteras de Estados Unidos, cuando este tipo de protecciones para los innovadores a menudo se violan ampliamente en otras partes del mundo y, especialmente, en China", destaca el economista.
Un informe de la Comisión dedicada al control del robo de la propiedad intelectual estadounidense refleja el inquietante dato de que "la propiedad intelectual de EE.UU. se estima en 5 billones de dólares", de los que "alrededor del 6%, unos 300.000 millones de dólares anuales, se roban a través de la Web". Las exportaciones a Asia en 2012 ascendieron a 320.000 millones de dólares.
Los expertos argumentan que alrededor del 70% de robo de la propiedad intelectual pasa por China. Esto significa que EE.UU. tiene un sistema contraproducente: se evita el uso de la propiedad intelectual por parte de las empresas estadounidenses y los hace competir con los fabricantes de China que ya tienen acceso a esta propiedad intelectual sin permiso ni pago.
El pasado mes de mayo el Pentágono acusó a China de espionaje industrial. En un informe anual, este organismo aseguró que el país asiático utiliza el espionaje para adquirir tecnología con el objetivo de impulsar su programa de modernización militar. Pekín rechazó rotundamente las acusaciones y señaló que ese informe tergiversa el desarrollo militar chino.
"Tiene claramente poco sentido en una economía global exigir el cumplimiento estricto de los derechos de propiedad intelectual dentro de las fronteras de Estados Unidos, cuando este tipo de protecciones para los innovadores a menudo se violan ampliamente en otras partes del mundo y, especialmente, en China", destaca el economista.
Un informe de la Comisión dedicada al control del robo de la propiedad intelectual estadounidense refleja el inquietante dato de que "la propiedad intelectual de EE.UU. se estima en 5 billones de dólares", de los que "alrededor del 6%, unos 300.000 millones de dólares anuales, se roban a través de la Web". Las exportaciones a Asia en 2012 ascendieron a 320.000 millones de dólares.
Los expertos argumentan que alrededor del 70% de robo de la propiedad intelectual pasa por China. Esto significa que EE.UU. tiene un sistema contraproducente: se evita el uso de la propiedad intelectual por parte de las empresas estadounidenses y los hace competir con los fabricantes de China que ya tienen acceso a esta propiedad intelectual sin permiso ni pago.
El pasado mes de mayo el Pentágono acusó a China de espionaje industrial. En un informe anual, este organismo aseguró que el país asiático utiliza el espionaje para adquirir tecnología con el objetivo de impulsar su programa de modernización militar. Pekín rechazó rotundamente las acusaciones y señaló que ese informe tergiversa el desarrollo militar chino.
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