Según los datos del Gobierno federal, el número de estadounidenses que renunciaron a la ciudadanía aumentó seis veces en el segundo trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior, al sumar 1.131 personas de abril a junio de 2013.
Los expertos atribuyen este fenómeno al endurecimiento de la ley de impuestos de EE.UU., que complicará la vida de los ciudadanos estadounidenses y los bancos que los atienden en el extranjero.
La Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras, aprobada en 2010 y cuya entrada en vigor ya fue aplazada en dos ocasiones, finalmente será aplicable a partir de julio de 2014. En particular la legislación establece que los bancos extranjeros deben facilitar a las autoridades tributarias estadounidenses los datos sobre las cuentas que abran los ciudadanos estadounidenses en el extranjero y sobre las cuentas de empresas en las que participan ciudadanos de EE.UU.
Washington espera que en los próximos diez años la FATCA ayude a recaudar 8.000 millones de dólares adicionales.
Estados Unidos es el único país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que recauda impuestos a sus ciudadanos independientemente del lugar de residencia.