El movimiento colgó la petición en su página web bajo el nombre 'Dejemos la ayuda exterior' para recaudar firmas. Según explica, el objetivo de la iniciativa es recuperar la plena soberanía de Egipto y el control sobre sus asuntos internos y poner fin a años de humillación y dependencia política.
Argumentó que Washington interfiere de una manera indebida y "apoya a los grupos terroristas". Tamarod formuló explícitamente que lo que pide es el fin del acuerdo de paz con Israel (la financiación estadounidense de las Fuerzas Armadas de Egipto es un punto fundamental del tratado de paz egipcio-israelí de 1979). El grupo insiste en que es la única manera para que Egipto se sienta libre de asegurar sus fronteras.
Egipto es el segundo receptor de ayuda financiera de Washington después de Israel. Las donaciones al país árabe consisten en 1.300 millones de dólares anuales, más armamento y tecnología. Además, más de 500 oficiales egipcios reciben educación militar estadounidense cada año. Después de la revolución de 2011, El Cairo recibió casi un cuarto de todos los fondos estadounidenses destinados a la financiación militar en el extranjero.
Según filtran los medios estadounidenses, Washington y El Cairo mantuvieron intensas negociaciones a lo largo de las semanas previas a los violentos choques que tuvieron lugar el miércoles. EE.UU. presionó a los generales egipcios para que impulsaran la participación de los Hermanos Musulmanes en el nuevo proceso de transición política, a pesar del derrocamiento del presidente Morsi.
Por otro lado, Washington intensificó sus contactos con los Hermanos Musulmanes para instarlos a dar un paso atrás en su oposición a los militares. En su comunicado de prensa del pasado 15 de agosto, el presidente Barack Obama condenó la violencia por parte del Gobierno egipcio y canceló los ejercicios militares conjuntos, un evento bianual tradicional, programados para el próximo mes, pero no se pronunció sobre la financiación militar.