Este año podría marcar un nuevo récord para Alemania, el tercer mayor exportador de armas del mundo. En 2012 el Consejo Federal de Seguridad aprobó envíos por valor de 1.400 millones de euros para los seis Estados del Consejo de Cooperación del Golfo: Bahréin, Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
Los activistas destacan que esta política viola los derechos humanos y denuncian que armas pequeñas de fabricación alemana, municiones y vehículos militares fueron utilizados por los regímenes del norte de África y de Oriente Medio para reprimir manifestaciones pacíficas. Adam Coogle, de Human Rights Watch, opina que Alemania debe renunciar a sus ambiciones comerciales en el Golfo.
"Los países occidentales en general deben prestar atención a la represión generalizada contra los derechos humanos y contra los activistas políticos que promueven reformas en el país [Arabia Saudita] cuando cierran contratos de esta índole. Estos gobiernos que tienen buenas relaciones con los saudíes deben entender que lo que están haciendo va en realidad en contra de la agenda reformista que el rey Abdalá ha estado pregonando desde que llegó al poder en 2005", dijo Adam Coogle a RT.
"Estos países que tienen relaciones militares u otras relaciones con Arabia Saudita deben entender que se trata de un comportamiento inaceptable", resumió.