En julio, el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Martin Dempsey, trazó un plan de acción y envió al Senado una carta en la que evaluaba una posible intervención militar en Siria.
¿Cuánto va a gastar EE.UU.?
En particular, Dempsey destacó que "el uso de la fuerza significaría una declaración de guerra". También dijo que el ataque de Estados Unidos sería sinónimo de una expresión de apoyo a "los insurgentes islamistas en la oposición siria".
Dempsey calculó que entrenar y apoyar a los rebeldes sirios costaría alrededor de 500 millones de dólares anuales.
Realizar ataques con misiles de crucero y aviones contra blancos militares en Siria requeriría el uso coordinado de "cientos" de unidades: aviones de combate, buques, submarinos y otras fuerzas. El costo aproximado de la operación: "miles de millones de dólares".
La creación de una zona de exclusión aérea en Siria con el fin de limitar las posibilidades de la Fuerza Aérea del país árabe costaría unos 500 millones de dólares al mes, cantidad que podría aumentar hasta 1.000 millones de dólares mensuales.
El control sobre las armas químicas en Siria requeriría no solo una zona de exclusión aérea, sino ataques aéreos y de misil llevados a cabo por cientos de aviones, barcos, submarinos y otros facilitadores. Se necesitarían miles de fuerzas de operaciones especiales y otras fuerzas terrestres para asaltar y proteger sitios de importancia. Los costos también pueden superar los 1.000 millones de dólares mensuales.
El peso principal recaerá de nuevo en EE.UU.
La campaña de la OTAN en Libia provocó opiniones negativas sobre la formación militar de los miembros europeos de la OTAN.
En el artículo 'La OTAN: EE.UU. y sus 27 enanos europeos' ('NATO: Die EE.UU. und ihre 27 europäischen Zwerge'), Claudia Major, experta del Instituto para Asuntos Internacionales y de Seguridad, en Alemania, señala que "el 90% de las operaciones militares en Libia fueron posibles solo gracias al apoyo de Estados Unidos”.
Según ella, en la actualidad, 75 centavos de cada dólar del presupuesto general de la OTAN son de Estados Unidos. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, confirmó este dato: "Veinte años después del final de la Guerra Fría, Europa representa no más del 20% del presupuesto de defensa de la OTAN. El resto lo aportan Canadá y, especialmente, Estados Unidos."
Los gastos militares oficiales de EE.UU. para la operación en Libia, según el Pentágono, alcanzaron los 1.100 millones de dólares.
De acuerdo con el ministro de Defensa británico, Philip Hammond, la contribución del Reino Unido a la operación de la OTAN en Libia ascendió a 212 millones de libras (333 millones de dólares). El ministro de Defensa francés durante el conflicto, Gérard Longuet, a su vez indicó que la contribución de Francia en Libia fue de 320 millones de euros. No se descarta que los costos reales fueran mucho mayores.
Además, hay que tener en cuenta que el gasto militar de la OTAN en Libia fue el que corresponde a una campaña militar de relativa baja intensidad.
Los gastos militares en la operación contra Siria, si esta llega a empezar, podrían suponer un costo mucho mayor. Las estimaciones de Dempsey dejan claro que los gastos serían de miles de millones de dólares. Y los costes pueden aumentar significativamente con el tiempo, dependiendo de la duración de la campaña.
Efectos negativos de una posible intervención
Además, los temores por una posible intervención militar en el conflicto sirio y la interrupción de los suministros de materias primas han provocado un ascenso considerable del precio mundial del petróleo.
Aunque Siria no es un productor importante de petróleo, a los especialistas les preocupa una amenaza a la estabilidad en Oriente Medio, una región que produce cerca de un tercio del crudo mundial.
Los expertos señalan que la posibilidad de que el conflicto armado se extendiera por los principales países productores de petróleo, como Arabia Saudita e Irak, provocaría el aumento de los precios del petróleo, lo que supondría una amenaza para la economía mundial.