Paulson, quien intervino ante una audiencia de banqueros y economistas en un hotel de Nueva York, preguntó retóricamente si podría ocurrir otra crisis, como la catástrofe financiera de 2008, "la respuesta, me temo, es que sí".
Durante la reunión del Club Económico de Nueva York, que cuenta con numerosos ejecutivos de Wall Street y pesos pesados de los fondos de cobertura entre sus miembros, Paulson enumeró varias razones por las que piensa que otra crisis financiera sigue siendo muy posible:
En primer lugar, Fannie Mae y Freddie Mac, los gigantes de financiación hipotecaria que la Administración Bush se vio obligada a nacionalizar, permanecen en manos del Gobierno. Y debido a que ahora están produciendo un montón de dinero, es políticamente difícil para el Gobierno reducirlas de tamaño a un nivel manejable. El 90% de los préstamos hipotecarios tienen garantías gubernamentales.
Otro factor clave es que el sistema bancario sombrío no ha sido desmantelado. "Aún queda mucho por hacer" para arreglar la forma de préstamos titulizados conocido como reporto. Debe haber una mayor divulgación de las participaciones de los fondos de inversión del mercado monetario, señaló el exsecretario.
Todavía hay demasiados reguladores financieros — cinco— y tienden a participar en una competencia "disfuncional". "Este es un gran problema", agregó.
El Congreso ha atado las manos del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal para hacer frente a futuras crisis financieras, explicó Paulson. En 2008 el Tesoro, que estaba a su cargo, utilizó su fondo de estabilización de cambio para garantizar los activos de los fondos mutuos del mercado, una medida que impide una desbordada en los fondos que habría paralizado el sistema financiero. Hoy en día, al Tesoro no se le permitiría hacerlo.