La especulación sobre el inicio de una guerra global de divisas surgió por primera vez a principios de año, con una drástica caída del yen japonés, provocando críticas generalizadas de otras economías del mundo, en medio de los temores de que la debilidad del yen supusiera una ventaja injusta para los exportadores de Japón.
El nerviosismo disminuyó después de que Japón recibiera el visto bueno para proseguir con sus políticas radicales en una reunión del G-20 el pasado mes de abril. Pero tras el anuncio de la Reserva Federal del miércoles, el riesgo cambiario de divisas como el dólar australiano, el euro y la libra esterlina, se disparó en respuesta a la medida de la FED, mientras el dólar se desplomaba, informa el canal online estadounidense CNBC.
Ello ha 'desempolvado' el lenguaje belicista de los mercados, que comienzan a hablar de nuevo de 'guerra de divisas'. Este viernes, algunos analistas bursátiles comentaban que la decisión de la FED podría llevar a otros bancos centrales a devaluar sus monedas también, en un intento por mantener una ventaja competitiva de sus divisas en los mercados, en relación al dólar.
"Estamos al borde [de una guerra de divisas]… sobre todo si la FED no disminuye [la impresión de dinero] en octubre o diciembre", dijo Boris Schlossberg, director general de BK Asset Management, quien considera que el resto de bancos centrales tendrá que aplicar políticas expansivas para tratar de equilibrar las diferencias entre divisas.
Para Evan Lucas, analista de la empresa IG Markets, el Banco de Japón será el primero en tratar de compensar el movimiento de la FED, y se espera asimismo que otros grandes bancos centrales reaccionen también. "Los principales pares con el dólar de EE.UU. se están 'calentando'", señaló.