Y este sentimiento se convierte en una tendencia general. Gamarra es uno de los mayores mercados de América Latina y emplea a decenas de miles de personas. Muchos de los artículos que se venden allí están hechos en China, especialmente textiles.
La industria de la confección de Perú se ha visto muy afectada por las importaciones chinas pese a que el país tiene restricciones estrictas sobre la ropa china importada. Aunque China y Perú firmaron un acuerdo de libre comercio, la industria del vestido queda fuera del mismo.
A pesar de la cláusula proteccionista, Perú ha sentido la presión de la industria de confección china en los últimos años. Se está considerando la posibilidad de iniciar una investigación 'antidumping' sobre casi toda la ropa y productos textiles. Según Ding Gang, el impacto de ropa china en Perú refleja las tensiones entre el ascenso de China y el desarrollo global, en particular el desarrollo de las economías emergentes.
China y la conquista de los mercados latinomaricanos
Los datos oficiales de Perú muestran que de 2005 a 2012, más de 14.000 fábricas textiles y de ropa fueron cerradas y más de 94.000 personas perdieron su puesto de trabajo. Estas eran en su mayoría fábricas familiares que no consiguieron competir con sus homólogos chinos en el mercado nacional e internacional.Esta tendencia también se observa en otros países sudamericanos. En la última década, las relaciones económicas entre China y América Latina se han desarrollado rápidamente. Los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe muestran que China invirtió más de 15.000 millones de dólares en la región en 2010, el doble que entre 1990 y 2009, y la escala de inversión está creciendo.
La inversión de China, sin duda, inyecta un poderoso impulso al desarrollo económico de América Latina. Pero las características similares de los artículos de producción china y los fabricados en América Latina han dado lugar a una reacción violenta. La industria manufacturera en algunos países de América Latina se ha reducido en los últimos años, en parte debido a que los productos 'made in China' están expulsando la producción local del mercado.
La tendencia no solo se observa en Perú, sino también en otros países. Así, voces del sector textil de Colombia y Brasil destacan que los productos chinos están inundando el mercado nacional y exigen medidas proteccionistas para el empleo y las empresas frente a lo que consideran una competencia desleal.
La comunidad de negocios de América del Sur considera que la calidad de los productos de China es muy similar a la de los suyos, pero se queja de que la velocidad de distribución es una amenaza, sobre todo cuando los productores chinos ofrecen mercancía a precios más bajos.