África impone sus condiciones a China para proteger su petróleo

La avanzada económica y financiera de China en África, al parecer, se está deteriorando. Los problemas de Pekín en el continente negro están particularmente bien ilustrados en el sector petrolero.
Varios países africanos están revisando los términos de los contratos firmados con las empresas chinas por los gobiernos predecesores. Esto se da mientras China se perfila como el mayor importador mundial de crudo, pudiendo desbancar a EE.UU. en octubre de este año.

En Níger, los funcionarios del Gobierno han estado analizando cuidadosamente punto por punto el contrato firmado hace varios años con una importante compañía petrolera de China, y están cada vez más convencidos de su falta de eficacia. En el vecino Chad, el Gobierno está cerrando plataformas petroleras chinas y acusa a los trabajadores chinos de causar un gran daño al medio ambiente.

"Esto es todo lo que tenemos", dijo el ministro de Petróleo de Níger, Foumakoye Gado. "Si nuestros recursos naturales se regalan, nunca vamos a salir de esto".

En los últimos años la demanda de petróleo africano no ha disminuido, al contrario, cada vez es mayor. Sin embargo, en lugar de aceptar una extensión de los contratos celebrados con anterioridad, los acontecimientos de los últimos meses muestran que el impacto de los miles de millones de dólares que las empresas chinas han decantado en África está comenzando a disminuir, según indica el 'New York Times'.

El gremio petrolero se vio sorprendido sobre todo por el caso de Gabón. El Gobierno ha cancelado inesperadamente la extracción de petróleo en un campo muy prometedor, adjudicado a la 'hija' de otra gran empresa estatal china, Sinopec, y se lo entregó a la empresa petrolera estatal de reciente creación.

Por si fuera poco, el Ministerio de Petróleo de Gabón ha amenazado con retirar los permisos de Sinopec para extraer petróleo en otros campos. Las autoridades gabonesas acusaron a los petroleros chinos de incumplir las normas de seguridad y contaminación ambiental, y de aumentar sus gastos de funcionamiento.
 
En Pekín claramente no estaban preparados para tal rechazo. En el Ministerio de Relaciones Exteriores de China afirmaron que las empresas chinas cumplen con todas las obligaciones y ayudan activamente a las naciones africanas. En África, aseguran los diplomáticos chinos, el gigante asiático proporciona trabajo a los locales, construye escuelas y excava pozos, entre muchas otras cosas útiles. Las empresas chinas tienen mucho cuidado de no dañar el medio ambiente y actuar únicamente sobre la base del beneficio mutuo y la igualdad, aseguran en el Ministerio.

Toda África está pendiente de la lucha de Níger, Chad y Gabón con los gigantes petroleros chinos. Los africanos, por supuesto, están agradecidos por la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, pero ya no quieren ser observadores pasivos y mirar en silencio cómo se extrae su riqueza natural. "Creo que comienzan a ocurrir cambios en las relaciones entre los países africanos y China", asegura John Doujidingao, un reconocido economista de Chad. "Regresamos a la conciencia de nuestra responsabilidad ante la historia y las futuras generaciones", concluyó.