Directora del FMI: "Las economías emergentes están perdiendo ímpetu"

"El crecimiento de las economías emergentes está perdiendo ímpetu". Así lo indicó el domingo la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
"El crecimiento de las economías de mercados emergentes, que en gran medida ayudó a mantener a flote a la economía mundial durante la crisis, está perdiendo ímpetu. China y algunas otras economías de mercados emergentes están entrando en la fase descendente de sus actuales ciclos y en algunos países el crecimiento potencial se ha visto frenado por circunstancias que limitan la oferta", aseveró Lagarde, según ha informado la agencia EFE.

No obstante, en el caso particular de China, para Lagarde, la economía de este país asiático parece estar recobrando el impulso durante este tercer trimestre. "Esperamos que este año el crecimiento [de la economía china] supere ligeramente el objetivo del 7,5% fijado por las autoridades. De cara al futuro es importante que China continúe con las reformas financieras y estructurales para contener los riesgos y reequilibrar la economía orientándola hacia un crecimiento sostenible más basado en el consumo", afirmó.

En opinión de la exministra francesa las perspectivas de crecimiento de estas economías han disminuido debido a los "efectos de contagio al preverse que la política de expansión cuantitativa en EE.UU. dé marcha atrás", lo que ha conllevado la repatriación de capitales, el endurecimiento de las condiciones financieras y la depreciación de las monedas.

La directora del FMI señaló que el desafío principal de las economías emergentes es "lograr un aterrizaje suave a corto plazo y asegurar un crecimiento sostenible a medio plazo mediante la adopción de medidas de política económica apropiadas". 

Asimismo, en relación al actual cierre del Gobierno de  EE.UU., Lagarde afirmó que la incertidumbre presupuestaria del país debe solucionarse de forma inmediata. "El cierre parcial de la administración ('shutdown') ya es suficientemente malo, pero el fracaso en elevar el techo de la deuda sería mucho peor y podría dañar seriamente no solo la economía estadounidense, sino a toda la economía global. Por lo tanto, es crítico que esto se resuelva lo antes posible", precisó.