"Si eso sucede -la probabilidad de eso es bastante grande- afectará en cadena a diferentes factores, entre ellos se verán afectados otros mercados. Todo esto se sumaría a los vientos que enfrenta el crecimiento económico. También socavaría el papel de EE.UU. en la economía mundial", opina Mohamed El-Erian, jefe de la compañía de inversión Pacific Investment Management Company.
Incluso si los precios del Tesoro no se ven afectados por el posible impago, los daños en otros mercados podrían ser devastadores. En esta situación la crisis de los mercados sería suficiente para inclinar a EE.UU. hacia una profunda recesión y que arrastre consigo a la economía mundial, cree Desmond Lachman, miembro de Instituto American Enterprise en Washington.
"El hecho (impago) podría convertirse en detonante de la reversión de una débil y frágil recuperación de la economía", opina el economista William Cunningham.
Más cerca del impago que nunca
Aunque ninguno de los expertos entrevistados por Bloomberg dice con certeza que EE.UU. pasará por el impago, la mayoría advierte que la posibilidad de que esto ocurra ahora es más alta que en el pasado.
"El 'default' sería una locura, pero ya no es una situación de probabilidad de cero por ciento", opinó el economista Simon Johnson, exrepresentante del Fondo Monetario Internacional y profesor de Economía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Colapso peor que lo de Lehman Brothers
Los economistas recuerdan uno de los mayores fracasos financieros a nivel mundial, el colapso del banco de inversión Lehman Brothers hace cinco años. El entonces colapso de la institución financiera ralentizó seriamente el ritmo de los préstamos, dejando al descubierto los graves problemas de la economía de EE.UU. y convertiéndose en el punto de partida de la crisis global. Y los participantes de los mercados financieros comparan el posible impago de EE.UU. con la quiebra total de Lehman Brothers, que en 2008 durante cinco meses perdió la mitad de su valor.
Los expertos señalan que una situación similar, pero mucho más grave, es una posible realidad si Estados Unidos cae en 'default'. Como ejemplo, los actores del mercado financiero indican la deuda pública que asciende a 2,8 billones de dólares.