Este anuncio, junto con un proyecto de creación de un banco central del este, supone un revés para el primer ministro Ali Zeidan, en concreto para su intento de reabrir los puertos petroleros y campos confiscados por milicias, tribus y funcionarios públicos que buscan derechos políticos o salarios más altos .
Por su parte, los expertos consideran que será difícil encontrar compradores para el petróleo que pertenece al Gobierno central. En general, el estado de la industria petrolera del país está lejos de ser ideal. Como resultado de las huelgas constantes en el sector, los niveles de producción y de exportación del 'oro negro' caen drásticamente, lo que tiene un impacto negativo sobre el importe de los ingresos públicos por la venta de materias primas, destaca Eldar Kasaev, experto en inversiones de energía en Oriente Medio y África del Norte en un artículo publicado en 'Nezavisimaya Gazeta'.
Según reflejan las estadísticas, desde comienzos de año, el complejo petrolero de Libia ha perdido varios miles de millones de dólares, incluyendo 1.600 millones solo en agosto. El presupuesto de 2013 de Libia asciende a 52.500 millones de dólares y un 80% proviene de las exportaciones de petróleo.
En agosto la producción diaria fue de solo 650.000 barriles. En 2012 la cifra era de entre 1,3 y 1,4 millones de barriles diarios, lo que se acercaba al nivel anterior a la guerra. Sin embargo, según Kasaev, incluso con la ayuda de grandes compañías extranjeras como Eni, Wintershall, Total, OMV, Occidental que reanudaron el trabajo en Libia, el país no conseguirá recuperar sus posiciones.
Pérdidas petroleras de Libia
En primer lugar, los enfrentamientos frecuentes en la parte oriental del país, donde se encuentran los campos principales, reducen la producción de oro negro.En segundo lugar, para alcanzar el nivel adecuado de producción de petróleo y las exportaciones a gran escala de materias primas Libia necesita sólidos recursos financieros para restablecer la infraestructura de producción, gravemente dañada durante la guerra.
Las inversiones europeas se ven obstaculizadas por la crisis del euro. EE.UU. tampoco tiene fondos disponibles para la inversión extranjera de riesgo, ya que la mayor parte de la inversión se vuelca en el desarrollo de su industria de hidrocarburos, especialmente de petróleo y gas de esquisto.
En tercer lugar, el atractivo de Libia para los inversores se redujo debido al aumento del nivel de los posibles riesgos políticos económicos y jurídicos.
Por último, la recuperación de la producción será diferente según qué zona. Por ejemplo, Sirte, el campo principal, que representa alrededor de dos tercios de la producción de petróleo, es muy complejo y su restauración requerirá un período más largo de tiempo.
"A mi juicio, a corto y medio plazo, la situación actual en Libia no reflejará resultados positivos para la industria petrolera, que, por el contrario, se deslizará por un plano inclinado, sobrecargada por reclamaciones y acusaciones de las familias libias oponentes", opina Eldar Kasaev.
"El pronóstico puede ser confirmado por el ejemplo de Irak: el Estado necesitó diez años para remendar los agujeros en el principal sector de la economía nacional, recuperando un nivel aceptable de producción y de exportación de materias primas", explica, no sin puntualizar que "si bien Libia, por supuesto, no es Irak, queda poco margen para el optimismo".