La ciudad balnearia, situada a unos 180 kilómetros al este de Los Ángeles, tiene una población de 26.000 personas y cuenta con 16 spas de lujo con agua mineral. Sin embargo, se quedará sin recursos el 31 de marzo de 2014, según un informe presentado al Ayuntamiento por la directora interina de finanzas y administración, Amy Aguer.
La funcionaria recomendó declarar la emergencia, puesto que es un paso requerido por las leyes de California en caso de que la ciudad decida buscar en una corte la protección de sus acreedores.
Aguer explicó el déficit presupuestario por los costos elevados del pago de jubilaciones y salarios, especialmente en el Departamento de Policía. Cerca del 70% del presupuesto urbano ha sido destinado últimamente a las necesidades del servicio de orden público.
"Es obvio que no podemos continuar con los salarios y las pensiones, que están en un nivel estratosférico, por mucho que queramos a nuestro departamento policial", comentó el concejal Russell Betts, citado por la agencia Reuters.
Al declarar la bancarrota Desert Hot Springs será la tercera ciudad de California en acudir a las medidas estipuladas por el Capítulo 9 del Código de Insolvencia de EE.UU. desde que Detroit (Míchigan) buscó la protección de la ley en julio pasado. Ya lo hicieron San Bernardino, con una población de 210.000 personas, y Stockton, con 292.000 residentes.
La ciudad del condado de Riverside ya había declarado la insolvencia en 2001, tras haber perdido un pleito multimillonario y todavía está amortizando los 9,7 millones de la deuda vinculada a su salida de aquella primera bancarrota.