Habitualmente esta institución es considerada como algo inmortal e imposible de hundir, que es capaz de rescatar y reanimar a cualquiera.
En los casi cien años de su existencia no se ha mencionado que la Reserva Federal pudiera verse en una situación de bancarrota, algo que sí ha sucedido a algunos bancos convencionales.
Resulta que el programa de la Reserva Federal no ayuda al sector real de la economía ni a los ciudadanos que buscan trabajo, sino a los mismos bancos que recibieron enormes ayudas del Gobierno y la Reserva Federal en plena crisis financieraSin embargo, la Reserva Federal sí puede fracasar incluso si el dólar no llega a su punto crítico.
El portal ruso Newsland vincula esta posibilidad a la política de flexibilización cuantitativa, que desde 2010 viene inyectando intensamente dinero en efectivo en la economía del país.
Oficialmente el objetivo de esa política es superar las consecuencias de la crisis financiera, especialmente disminuir el desempleo, que en algunos meses alcanzó el 10%.
Desde septiembre de 2012 está vigente el tercer programa de flexibilización cuantitativa que supone la inyección de 85.000 millones de dólares al mes mediante la compra de bonos del Tesoro (por valor de 45.000 millones) y títulos hipotecarios (por 40.000 millones).
Los valores se vienen comprando en el mercado secundario, es decir, a bancos y otras organizaciones financieras estadounidenses.
Pero mientras que los bonos del Tesoro se consideran seguros, los hipotecarios son calificados de "basura".
"Resulta que el programa de la Reserva Federal no ayuda al sector real de la economía ni a los ciudadanos que buscan trabajo, sino a los mismos bancos que recibieron enormes ayudas del Gobierno y la Reserva Federal en plena crisis financiera", escribe el portal.
Eso hace que la FED pase de ser un acreedor de instancia suprema a convertirse en un banco comercial de reputación cuestionable respecto a la composición de activosRescatando a los bancos de Wall Street, la Reserva Federal puede verse en la misma situación de naufragio, porque su balanza es peor de lo que parece.
Los títulos basura cuentan con una apreciación exagerada muy diferente a su verdadero valor. Cuando la FED trate de venderlos, se pondrá de relieve la estafa en forma de pérdidas tangibles.
De esta situación se dio cuenta la agencia Bloomberg, que le auguró 547.000 millones de dólares en pérdidas en un escenario adverso y 216.000 millones en un escenario más favorable.
Bloomberg las describió como "pérdidas potenciales sin precedentes en toda la historia de la Reserva Federal".
"Eso hace que la FED pase de ser un acreedor de instancia suprema a convertirse en un banco comercial de reputación cuestionable respecto a la composición de sus activos", afirma Newsland.
Ya antes de la introducción del tercer programa de flexibilización cuantitativa la Reserva Federal cambiaba los bonos a largo plazo en la balanza de los bancos por bonos a corto plazo de su portafolio.
Ese tipo de ayuda puede causar pérdidas adicionales a la FED, ya que la cotización de los 'largos' caerá si se suspende el programa de flexibilización cuantitativa.
Cabe señalar que los ingresos oficiales récord de la Reserva de 91.000 millones de dólares en 2012 son 2,4 veces menos que las pérdidas potenciales mínimas estimadas por la empresa MSCI para Bloomberg y seis veces menos que las pérdidas máximas.
Según los últimos datos, la FED aumentó la proporción de los títulos basura en sus activos del 30,6% al 36,6% en un año. Resulta obvio el empeoramiento de la balanza y el incremento de las pérdidas potenciales.