Esta semana la Unión Europea y Estados Unidos iniciaron su segunda ronda de negociaciones para establecer entre los dos socios transatlánticos un amplio acuerdo de libre cambio comercial e inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés), asegurando que impulsará su crecimiento y el empleo. Paralelamente, el portal WikiLeaks filtró un borrador secreto del capítulo de Propiedad Intelectual del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), en el que quieren ingresar 12 países.
Los autores del blog Naked Capitalism explican que los beneficios económicos para las economías del TTIP no son evidentes: el aumento total del PIB de la UE y Estados Unidos será de unos 100.000 millones de euros.
Sin embargo, las corporaciones internacionales podrían obtener derechos ilimitados gracias a un nuevo acuerdo sobre la solución de controversias entre inversionistas y el Estado en el TTIP. El mismo esquema funciona en el TPP.
El investigador del Proyecto de Poder Global del movimiento Occupy.com, Andrew Gavin Marshall, sugiere que los nuevos acuerdos permitirán a las empresas dar rienda suelta a una guerra con los funcionarios para desgastar las normas que no les gustan. "Estamos siendo testigos de la promoción de un proyecto global nuevo y sin precedentes para colonizar el mundo por las empresas transatlánticas", dice Marshall.
Las corporaciones internacionales ya se han convertido en poderosas entidades económicas y políticas. Según la investigación de Global Trends, más de la mitad de la lista de las 150 entidades económicas más grandes del mundo está ocupada por las corporaciones. Por ejemplo, las ganancias de Royal Dutch Shell en 2012 superaron el PIB de 171 países.