Cuba registra la peor zafra desde 1905, con una "pésima" producción y eficiencia que repecutirá en la producción del próximo año, informó el periódico cubano Granma.
"La actual zafra puede calificarse de pésima en producción y eficiencia. Desde 1905, el país no registraba una campaña azucarera tan pobre", comentó el diario oficial al referirse a la cosecha de hace 105 años, en la que se produjeron 1.2 millones de toneladas.
El anuncio del Granma se produjo dos días después de que el gobierno de Raúl Castro reemplazara al ministro del Azúcar, Luis Manuel Avila, quien ocupaba el cargo desde noviembre de 2008, diciendo que había renunciado tras reconocer "deficiencias" en su trabajo.
Según Granma, la zafra fue "pésima" pese a que la industria tenía un plan de producción "modesto", que rondaba los 1.5 millones de toneladas, debido a una "mala política organizativa".
"La culpa mayor recae sobre la mala política para realizar estimaciones con un elevado grado de imprecisiones y voluntarismo", señaló el diario del Partido Comunista.
Para colmo de males, se molió caña de azúcar reservada para la cosecha de 2011, "lo que de por sí ya compromete su desarrollo", agregó.
Cuba fue uno de los principales exportadores mundiales de azúcar hasta 1990, cuando la desaparición del bloque soviético la sumió en una crisis económica de la cual esa industria nunca se recuperó.
La isla se encontraba entre los líderes mundiales en producción de azúcar; la caña de azúcar es su cultivo más importante tanto en volumen como en ingresos. A finales de la década de 1960 se sustituyó la política inicial de rápida industrialización, diseñada para diversificar la economía, por la intensa producción de azúcar. A principios de la década de 1990, la cosecha anual de caña de azúcar fue de 58 millones de toneladas, al igual que la producción de azúcar refinada. La producción de caña de azúcar en 1998 era de 40 millones de toneladas.
De niveles de producción de ocho millones cayó hasta 1.2 millones en el 2006, lo que apenas cubre el consumo nacional (700.000 toneladas) y permite cumplir pequeños contratos internacionales.
A mediados de esta década, el gobierno cubano, buscando eficiencia, redujo los ingenios de 155 a 61, transfirió el 60% de la superficie agrícola dedicada a la caña a otros cultivos y recalificó o reubicó a 100.000 trabajadores de ese sector.
Sin embargo, aunque los rendimientos mejoraron tras la reestructuración del sector, el nivel máximo de producción fue de 1.4 millones de toneladas en el 2008, según el informe de Granma.