Dentro de los próximos diez años armonizarán su política monetaria y fiscal, fundarán un Banco Central común y unirán las monedas existentes en una sola. La unidad monetaria permitirá ampliar considerablemente la cooperación de los cinco países, que actualmente se materializa en el desarrollo de un mercado común y una unión aduanera, medidas establecidas por un acuerdo previo.
Con el plan recién firmado, los líderes de los cinco Estados africanos buscan prepararse mejor para la exploración conjunta de los recursos de hidrocarburos disponibles y desligar la región, en la que viven unos 135 millones de personas, de la ayuda de los organismos internacionales.
"El compromiso sobre el desarrollo económico y la prosperidad depende de nuestra integración", afirmó el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta. "Los hombres de negocios encontrarán más libertad para comerciar e invertir más ampliamente, y los inversionistas extranjeros encontrarán motivos adicionales e irresistibles para emprender un negocio en nuestra región".
Recientemente Kenia lanzó un proyecto de construcción ferroviaria con un costo total de 13.800 millones de dólares. Contrató a compañías chinas para diseñar y construir los ferrocarriles. El mismo país y la vecina Uganda descubrieron grandes yacimientos de petróleo que todavía no son capaces de transportar hacia la costa. A su vez, Tanzania cuenta con importantes reservas de gas natural, pero no dispone de la infraestructura adecuada para compartir el recurso con sus aliados.
Los países optaron por unir sus divisas para evitar que los juegos monetarios de Occidente afecten estos y muchos otros proyectos.
"En una unión monetaria, la ausencia del riesgo vinculado al tipo de cambio proporciona un mayor incentivo para el comercio", explicó a la agencia de información Reuters el director de un grupo consultor en materia de inversiones de Uganda, Kenneth Kitariko. En su opinión, la decisión de unir las monedas podría elevar considerablemente la eficacia de la economía regional, estimada aproximadamente en 85.000 millones de dólares por la suma de los productos internos brutos de los cinco países.