Según la agencia Reuters, el acuerdo final entre los demócratas y republicanos en el Congreso permitirá evitar el 'cierre' del Gobierno de EE.UU. el 15 de enero.
La decisión del Congreso supuso una sorpresa para los periodistas y politólogos, ya que esperaban que los conservadores se opondrían al plan propuesto.
Mientras tanto, sigue siendo incierto si el documento del acuerdo va a pasar ambas cámaras del Congreso con éxito. De hacerlo, podría poner fin a los puntos muertos presupuestarios que sacudieron los mercados en el pasado, lo que permitirá a los legisladores escribir proyectos de ley para gastos anuales de una manera más ordenada. El Congreso no ha aprobado un proyecto de ley de presupuesto desde 2009.
Pese a este acuerdo alcanzado, el presidente Barack Obama instó a los congresistas a prolongar los subsidios por desempleo y a continuar trabajando para lograr un crecimiento económico.
"Es un presupuesto que se ha acordado en términos que no satisfacen a los extremos, sino que los centros de ambos partidos ha logrado ponerse de acuerdo", dice el consultor en asuntos económicos y financieros Isaac Cohen a RT.
Durante las últimas semanas, el senador demócrata Patty Murray, quien preside el Comité de Presupuesto del Senado, y el representante republicano Paul Ryan se han enfrentado para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto para dos años (hasta el 1 de octubre del 2015) que intenta poner fin al caos presupuestario que ha mantenido a los demócratas y los republicanos en guerra constante desde 2011. Esta guerra llevó al 'cierre' del Gobierno durante 16 días del pasado mes de octubre, cuando las agencias gubernamentales se quedaron sin dinero. El cierre parcial de la Administración federal costó 120.000 empleos y frenó el crecimiento del último trimestre del año.
El 17 de octubre el presidente Barack Obama firmó el proyecto de ley que eleva el techo de la deuda estadounidense, poniendo así fin al cierre parcial del Gobierno federal. El documento prevé la financiación temporal del Gobierno hasta el 15 de enero y el aumento del techo de la deuda, lo que permitiría a EE.UU. continuar con sus pagos hasta el 7 de febrero de 2014.