Irlanda se convierte en el primer rescatado en dejar de recibir ayuda de la Troika

Irlanda se retiró oficialmente del programa de asistencia financiera de la Troika, convirtiéndose así en el primer país en crisis de la eurozona que se liberó de la supervisión de los acreedores internacionales.
"Esto no es el final, pero es un hito muy importante", dijo el ministro de Finanzas del país, Michael Noonan, y subrayó que el Gobierno debe continuar con la misma política anticrisis, tal y como lo hizo en los últimos años, informó la cadena irlandesa RTE.
 
Noonan dio las gracias a los ciudadanos irlandeses que se vieron obligados a soportar mayores impuestos y recortes en los servicios públicos debido al programa de austeridad presupuestaria. Según sus palabras, el Gobierno de Irlanda ahora tiene que hacer frente a dos problemas fundamentales: asegurar un crecimiento económico sostenible y aumentar las tasas de empleo en el país.

A mediados de noviembre de 2013, las autoridades irlandesas decidieron no renovar el programa de apoyo económico de la UE y el FMI, que debía expirar en diciembre de 2013, y tampoco se acogieron a una línea de crédito internacional de precaución por valor de 10.000 millones de euros, vista como un seguro en el caso de que el país vuelva a afrontar problemas financieros.

A finales de 2010, Irlanda se vio obligada a solicitar una ayuda financiera por valor de 85.000 millones de euros bajo un programa de tres años de los acreedores internacionales, ya que el sector bancario del país se encontraba al borde del colapso.   Por iguales circunstancias pasaron antes o después de la fecha otros cuatro países: Grecia, Portugal, Chipre y España

Actualmente, la economía irlandesa todavía no se ha recuperado de la profunda recesión: la proporción de préstamos incobrables en el sector de la banca supera el 25%, y la tasa de desempleo nacional es del 12,8%. Los expertos, no obstante, destacan los beneficios a largo plazo con los que cuenta el modelo económico irlandés, considerado uno de los más atractivos del mundo para la inversión extranjera.

En 2012, Irlanda regresó con éxito al mercado de préstamos y sus reservas de efectivo son suficientes para atender sus obligaciones financieras hasta el inicio de 2015. En 2014, el Gobierno tiene la intención de reducir el déficit presupuestario al 4,8 % del PIB, y en 2015 se espera que esta cifra disminuya a menos del 3% del PIB.