Dogecóin, una de las monedas digitales más populares hoy, proviene del fenómeno en el internet angloparlante llamado 'Doge'. Una foto del perro de raza shiba inu por motivos poco conocidos (como casi todos los memes en internet) le ha gustado tanto a los internautas que, acompañada con comentarios divertidos, se difundió en la red como un virus.
El meme se ha puesto tan de moda que hace unas semanas Jackson Palmer, que trabaja en el Departamento de Marketing de Adobe en Australia, tuiteó: "Invertiría en Dogecóin, seguro que es la próxima cosa grande". El tuit provocó muchas respuestas que le pedían hacerlo. Poco tiempo antes Palmer había creado la página www.dogecoin.com.
Al mismo tiempo en EE.UU. el programador Billy Markus estaba pensando en crear una nueva divisa digital que le gustara a mucha gente, distinta de los cazadores de riquezas como los aficionados al bitcóin. Al ver la página de Palmer, decidió que había encontrado su idea genial.
La nueva moneda ha heredado la popularidad de su inspiradora. Desde su nacimiento el 6 de diciembre, Dogecóin ha logrado obtener un valor de mercado de 3 millones de dólares y ahora está en el décimocuarto lugar del ránking de divisas digitales. En solo una semana de existencia se ha hecho la segunda moneda más usada para 'tipping': pequeños pagos que hacen los internautas para remunerar algo bueno que hace alguien en internet.
El atractivo de Dogecóin no se debe solamente a la popularidad del meme. Es más asequible y hay más posibilidades de minarlo (usar la computadora para procesar las transacciones en la moneda digital), lo que se puede hacer con ordenadores de casa a diferencia del bitcóin, cuya minería requiere ya recursos casi industriales. El encanto y el bajo precio atraen a la gente que no usa el bitcóin por su alto precio o porque no le gusta la cultura alrededor de la moneda. "[Dogecoin] no se toma muy en serio, no la usa la gente que lo único que quiere es hacerse rica", comenta Palmer.