El reconocido economista Joseph Stiglitz (que obtuvo el Premio Nobel de Economía en 2001) destaca en su columna en Project Syndicate que las autoridades imponen un programa de austeridad, se niegan a llevar a cabo reformas y reducen los gastos en educación y salud. Estas medidas no son peligrosas para los políticos, ya que los ingresos de la élite crecen a expensas de la bolsa de valores. Pero la gente común sufre, su nivel de vida baja y no hay perspectivas de mejora.
"La respuesta de los políticos a la crisis no logró abordar estas cuestiones; peor aún, agravó algunas de ellas y creó otras nuevas, y no solo en EE.UU. El resultado ha sido un aumento del endeudamiento en muchos países, ya que el colapso del PIB socavó los ingresos del Gobierno", dijo Stiglitz.
"Es probable que a ambos lados del Atlántico el PIB crezca mucho más rápido este año que en 2013. Pero, antes de que los líderes que adoptaron políticas de austeridad descorchen el champán y brinden por ellos mismos, deben examinar dónde estamos y considerar el daño casi irreparable que estas políticas han causado", agregó.
"Mucho más relevante es lo que está sucediendo con los ingresos familiares. La media de los ingresos reales en EE.UU. está por debajo de su nivel de 1989, hace un cuarto de siglo, y los ingresos medios de los hombres que trabajan a jornada completa son más bajos de lo que eran hace más de 40 años", explicó.
"Nuestras dificultades actuales son el resultado de políticas erróneas. Hay alternativas, pero no vamos a encontrarlas en la autocomplacencia de las élites, cuyos ingresos y carteras de acciones se han disparado de nuevo. Parece que solo algunos tengan que ajustarse a un estándar de vida más bajo de forma permanente y, por desgracia, esos pasan a ser la mayoría de la población", concluyó.