Se estanca la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán
La Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán no podrá hacerse operativa a partir de julio próximo: dos rondas de negociaciones resultaron insuficientes para conseguir un consenso acerca de las disputas, informa el diario ruso RBK Daily.
Los intereses de los mercados interiores de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán son el principal obstáculo: Moscú no quiere ofrecer en sacrificio sus industrias automovilística y aeronáutica y vender su petróleo a Minsk a un precio bajo. Bielorrusia insiste en suprimir totalmente los aranceles petroleros en el marco de la Unión Aduanera, mientras que Rusia acepta extender tal desgravación únicamente al crudo destinado para consumo interno en el país vecino.
Minsk, por su parte, no cede en lo relativo a la importación de coches. Los aranceles bielorrusos en esta materia son varias veces inferiores a los de Rusia, que teme por el futuro de sus empresas automotrices; además prometió a algunos inversores, a cambio de empleos y tecnologías, preservar cierto nivel de protección aduanera. Algo similar pasa con el sector aeronáutico.
Kazajistán defiende las bajas tarifas que permiten a las personas físicas introducir en su territorio hasta dos toneladas de mercancías. Buena parte de estos productos son de origen chino y representan una amenaza de 'muerte' para la industria ligera de Rusia.
Los jefes de Gobierno de los países se tomaron una pausa de dos semanas para que los expertos intenten acercar posturas.
"Por ahora no hemos podido consensuarlo todo. Hay algunas cuestiones sensibles que durante dos o tres semanas seguirán siendo objeto de consultas a nivel de expertos", admitió el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin.