Puede parecer un poco extraño que en un momento en que muchos países europeos sufren problemas económicos serios y se encuentran en situaciones, si no de quiebra, de semiquiebra, Bruselas anuncie un préstamo de 20.000 o 25.000 millones a Ucrania, cree el analista.
"En el caso de Ucrania estamos ante una apuesta política, y para las apuestas políticas o estratégicas siempre se encuentran fondos", agrega.
El domingo 23 de febrero el presidente de la Rada Suprema y presidente interino del país, Alexander Turchínov, informó sobre la situación catastrófica en la que se encuentra la economía ucraniana, subrayando que "la tesorería está absolutamente vacía". El mismo día el jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok, anunció que la UE está dispuesta a proporcionar a Ucrania unos 20.000 millones de euros como rescate para "la creación de mejores condiciones económicas para el futuro con el fin de preparar al país para la firma del Acuerdo de Asociación con la UE".
A finales del diciembre pasado Ucrania firmó un acuerdo con Moscú para recibir de Rusia unos 15.000 millones de dólares en valores y un descuento del 33% en el suministro de gas. Rusia ya ha efectuado la transacción de 3.000 millones de dólares a Ucrania pero, no obstante, el viceministro de Finanzas ruso, Serguéi Storchak, afirmó hoy que jurídicamente Moscú no está obligado a suministrar los restantes 12.000 millones de dólares a Ucrania, agregando que son necesarios nuevos acuerdos y negociaciones.
Anteriormente el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, aseguró que Rusia cumpliría todos los acuerdos y contratos previos con Ucrania pero que reanudará la cooperación con el país solo cuando se forme un Gobierno basado en la Constitución.