Crimea busca escapar de estas crisis. Con la realización del referéndum, las autoridades de Crimea no solo buscan alejarse administrativamente de Kiev. De ganar la opción de una anexión a Rusia, ello también implicaría el reemplazo de la grivna por el rublo.
"No hay presupuesto disponible, por lo que Ucrania está al borde del declive fiscal. […] El nuevo Gobierno de Yatseniuk tendrá que asumir todas las demandas del FMI y aceptar todas sus condiciones para poder recibir los créditos que tanto necesita", dijo a RT el analista político Andréi Víktorovich.
"Lo del rublo… creo que la adaptación a una nueva moneda será un poco difícil, porque el cambio tendrá sus propios problemas, pero en general todos lo aceptan positivamente", dijo a RT Anastasia, una ciudadana de Crimea.
"El cambio brusco de la grivna al rublo sería como una terapia de choque, por eso quisiéramos suavizar un poco el mecanismo del traspaso de pagos", dijo el viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgalíev.
Adoptarán el rublo, pero mantendrán la grivna, según ha explicado a RT el viceprimer ministro, con el objetivo de acabar con la dualidad monetaria en un máximo de tres meses.
Un proceso que ya están evaluando las autoridades de Crimea. Para ello han decidido que es necesario, ante la eventualidad de que Crimea se anexione a Rusia, que el Banco Central de la Federación de Rusia instale una oficina en la península para luego emprender básicamente dos pasos. Primero, recoger todas las grivnas y cambiarlas por rublos por parte de los consumidores. Y posteriormente realizar el mismo proceso, pero esta vez en las instituciones financieras. Y con ello, empiezan a pensar en los primeros beneficios de ingresar a la zona del rublo.
"Ese cambio permitiría aumentar el potencial de exportaciones de las empresas y fábricas de Crimea y además influiría positivamente en el crecimiento de los salarios y las pensiones de los ciudadanos de Crimea", dijo viceprimer ministro de Crimea.
En Crimea confían en que la joya de la emperatriz Catalina II vuelva a centrar las miradas de millones de turistas rusos.