La economía islandesa fue una de las que más sufrió durante la crisis de 2008 y todavía está en el proceso de recuperación. "El pueblo de Islandia está siendo sacrificado en el altar de un sistema financiero defectuoso, controlado por una élite que hizo apuestas astronómicas apoyadas por el Gobierno en nombre de la nación y, en definitiva, a expensas de la nación", dice el manifiesto de la nueva moneda virtual diseñada exclusivamente para Islandia.
Aparentemente con el fin de remediar esta situación, la divisa digital —que fue puesta en circulación el pasado mes de febrero— llegó como caída del cielo en la medianoche de este 25 de marzo. Los desarrolladores detrás de la idea, una persona o un grupo de personas conocido bajo el pseudónimo de 'Baldur Friggjar Óðinsson', pusieron oficialmente a disponibilidad de cada uno de los 320.000 ciudadanos del país aproximadamente 31,8 'auroracoins', lo que equivale a unos 380 dólares por persona, y son 125 millones de dólares en total. Los respectivos 10 millones de monedas habían sido creados antes de que la divisa se diera a conocer.
Los islandeses pueden reclamar sus divisas ingresando en Facebook a través de una puerta de enlace y proporcionando su número de identificación o mediante un SMS que se pueda asociar a su documento nacional de identidad. El paso está destinado a "crear condiciones para que los islandeses empiecen a utilizar la moneda, suministrándoles un comienzo y haciéndoles conscientes de la existencia de la moneda y de sus posibilidades", detalla el manifiesto de Baldur Friggjar Óðinsson.
La introducción de la moneda es una respuesta directa a los controles estrictos sobre el capital impuestos por el Gobierno de Islandia como una reacción temporal a la carnicería financiera de 2008 y que siguen vigentes cinco años después. Conforme a las restricciones, los islandeses se vieron obligados a entregar todas las divisas extranjeras al Banco Central del país y no son libres de mover dinero dentro o fuera del país. Es una de las razones por la cual los expertos advierten de que los auroracoins pueden tener problemas legales desde el principio. 'BitLegal', el portal que monitorea el estatus jurídico de los bitcoines en todo el mundo, advierte de que en Islandia las empresas locales no tienen permitido comprar bitcoines de entidades extranjeras y este tipo de transacciones se califica de retirada de capital fuera del país. Además, el Banco Central islandés considera las exportaciones de mercancías y servicios por bitcoines una violación de las regulaciones existentes: de tal modo resulta que los comerciantes islandeses no pueden aceptar bitcoines legalmente como forma de pago.
El Parlamento del país y el Banco Central ya expresaron su preocupación por los auroracoins y adviertieron contra su uso. Sin embargo, de momento no han tomado ninguna medida. Al mismo tiempo, hay analistas que opinan que una alternativa críptica a la moneda nacional podrá tener éxito. "Si querían encontrar un lugar con todas las condiciones necesarias, en el que el público esté dispuesto a aceptar una alternativa a su propia moneda, Islandia es un buen lugar", comentó a la agencia de noticias Reuters Lars Christensen, economista de mercados emergentes de Danske Bank.
La idea de una divisa digital nacional no es nueva. Gaelcoin se ofreció a los ciudadanos de Irlanda, mientras que los escoceses tienen a su disposición los Scotcoin. Otra divisa nacional, Spaincoin, ya anunció sus planes de seguir un desarrollo similar y entregar a los ciudadanos españoles una cantidad de monedas el próximo abril.