Las productoras de refrescos durante nueve años consecutivos llevan sufriendo una caída en las ventas. Los últimos datos demuestran esta tendencia: en 2013 en EE.UU. la disminución de ventas de gaseosas alcanzó el 3%, lo que representa los niveles más bajos desde 1995, según un informe de Beverage Digest.
El estudio muestra que los consumidores a un ritmo acelerado dejan su costumbre de tomar gaseosas, lo que se ha convertido en algo más que una sola tendencia: ya es una transformación fundamental de los gustos de las personas que supone un reto importante para los fabricantes de refrescos como Coca-Cola y PepsiCo que se esfuerzan buscando la manera de enfrentar las pérdidas, mientras que empiezan a invertir en soluciones de recambio: bebidas energéticas, deportivas o agua con sabores.
Mientras que nuevas opciones en el mercado de los refrescos, especialmente orientadas al público joven presentan a Coca-Cola y Pepsi en calidad de bebidas favoritas de generaciones anteriores, las compañías se esfuerzan en inventar nuevas estrategias de venta, contratando a celebridades para promover sus refrescos, o, como hizo la PepsiCo, probando con un nuevo diseño de la botella. Sin embargo, los datos evidencian que estas medidas no ayudan mucho.
El reciente escándalo relacionado con el anuncio de Coca-Cola, que en febrero generó una avalancha de comentarios racistas en EE.UU., y los continuos estudios que revelan los perjuicios para la salud, hasta las enfermedades mortales, permiten suponer que el declive en el consumo de los refrescos continuará tanto este año, como los siguientes.