Según publicó el portal BuzzFeed, el principal obstáculo para acusar a un banco de un delito consiste en el hecho de que es difícil entablar una demanda con un banco sin destruirlo. En particular, una acusación criminal puede fácilmente convencer a los reguladores del banco, a nivel estatal o nacional, para que le retiren su licencia bancaria, cerrando efectivamente la entidad financiera, algo que conlleva ciertas consecuencias colaterales.
Por lo tanto, el Departamento de Justicia en realidad permitió que los bancos se consideraran "demasiado grandes para la cárcel". Bharara dijo que encontró una solución a ese dilema fiscal capaz de satisfacer a numerosos críticos que dicen que el Departamento de Justicia ha sido demasiado 'blando' con las principales instituciones financieras desde la crisis financiera de 2008.
El periódico estadounidense 'The New York Times' informó esta semana que el distrito sur de la ciudad está a punto de presentar cargos penales contra dos bancos, algo que "podría convertirse en la primera declaración de culpabilidad de un banco importante en más de dos décadas".
La estrategia de acusación de Bharara consiste en negociar previamente con los reguladores con el fin de minimizar todos los riesgos del proceso que impedirían juzgar a las entidades financieras. Los actuales objetivos de Bharara son dos bancos extranjeros que operan en EE.UU. Credit Suisse, banco suizo, y BNP Paribas, banco francés, que tienen reguladores diferentes de los de bancos con sede en EE.UU. De momento ninguno de los bancos ha sido acusado formalmente.
Los fiscales están investigando a BNP Paribas por el procesamiento de las transferencias de dinero a países sujetos a sanciones de EE.UU., como Sudán e Irán, mientras que Credit Suisse está siendo investigado por ayudar a los estadounidenses en la creación de refugios fiscales que pueden haber entrado en conflicto con las leyes sobre evasión de impuestos.
El diario informó que los fiscales del distrito y sus colegas de Washington ya han celebrado una serie de reuniones con los reguladores que podrían determinar el destino de BNP Paribas tras la declaración de culpabilidad. Bharara, junto con el director de la división criminal del Departamento de Justicia, David O'Neil, y el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance, se reunieron con el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y Ben Lawsky, regulador financiero y de seguros de Nueva York. Los negociadores salieron de la sala de reunión "tranquilizados en gran medida", señaló 'The New York Times'.