La situación se está volviendo crítica y se deben tomarse medidas urgentes para regularizarla
Desde el inicio de los disturbios en Ucrania, Kiev dejó de pagar por el gas ruso, es decir, incluso antes del 1 de abril, cuando el precio del gas ruso para Ucrania aumentó de 268 dólares a 485 dólares por 1.000 metros cúbicos.
En abril pasado el presidente de Rusia, Vladímir Putin, mencionó en una declaración enviada a los líderes de países europeos que compran gas ruso que pasa a través de Ucrania que si Kiev no paga la deuda por el gas ya utilizado hasta el 17 de mayo, Gazprom se verá obligado a activar el sistema de avance y en caso de violación de las condiciones de pago, obtiene el derecho de dejar de suministrar gas a Ucrania, totalmente o parcialmente. En otras palabras, Gazprom sólo suministrará gas mediante el sistema de prepago.
"Claramente, esta es una medida extrema. Somos conscientes de que aumenta el riesgo de la extracción no autorizada de gas que pasa a través de Ucrania a los consumidores europeos, y que puede dificultar la formación de reservas de gas en Ucrania para su consumo en el período otoño-invierno. Para garantizar el tránsito ininterrumpido de gas, es necesario en un futuro próximo comenzar el bombeo de 11.500 millones de metros cúbicos de gas en los almacenamientos subterráneos en Ucrania, lo que va a costar cerca de 5.000 millones de dólares", advirtió Putin.
El problema es que Kiev no tiene este dinero. Es más, el titular energético ucraniano, Yuri Prodan, ya advirtió que su país no puede garantizar el suministro de gas ruso hacia Europa el invierno próximo.