Rusia y EE. UU. acuerdan cuota para la caza de osos polares
Rusia y Estados Unidos han impuesto cuotas a la caza de osos polares en Chukotka y Alaska. El acuerdo se tomó durante la segunda sesión de la Comisión Ruso-americana Para Osos Polares efectuada en Anchorage, Alaska.
"Los límites a la caza en la población de osos polares de Chukotka y Alaska se establecen en 58 individuos al año, incluidas 19 hembras", indicó el delegado oficial de la Federación Rusa, Ígor Mijno.
Asimismo, un grupo científico introducirá, en un intento de implementar un análisis anual, propuestas en lo tocante a la posibilidad del establecimiento de una cuota de cinco años a la caza de osos polares para los indígenas de Chukotka y Alaska.
"En el transcurso del año serán elaboradas las actas normativas referente a las normas para la caza de osos polares. Las partes podrán intercambiar los documentos en junio de 2011 en la siguiente sesión de la Comisión Ruso-americana Para Osos Polares que tendrá lugar en Rusia", informó el delegado de este país.
La primera sesión de la comisión ruso-estadounidense, creada en 2007 para la protección del oso blanco, se celebró en Moscú con la participación de expertos y funcionarios de ambos países.
Moscú y Washington firmaron un acuerdo que entró en vigor en 2007, permitiendo a los ciudadanos nativos de Alaska y Chukotka el cazar osos polares, ya que esa actividad representa una especie de industria tradicional.
Los científicos no disponen de datos exactos sobre la cantidad de osos blancos de Chukotka y Alaska. A principios de la década de 1990 se estimaba que el número de los animales se encontraba entre 2 mil y 5 mil individuos. En Rusia, el oso blanco habita en un territorio que se extiende desde los archipiélagos de Tierra de Francisco José y Nóvaya Zemlyá, hasta la península de Chukchi.
En los años 1973 y 1974 fue adoptada una ley internacional que prohibió cazar a los osos polares. Sin embargo, durante la década de 1990 aumentaron los cazadores furtivos. Hoy en día la situación es más estable, aunque los expertos todavía no pueden descartar por completo la amenaza.