Según escribe Roberts en su artículo publicado en el portal financiero Zero Hedge, el propio capitalismo estadounidense es una ilusión que se ha transformado por poderosos intereses privados cuyo control sobre los gobiernos, los tribunales y las agencias reguladoras, se transformó en un mecanismo de saqueo en el que todos sus mercados financieros están amañados.
El economista afirma que actualmente Wall Street ya no realiza ninguna función positiva y solo representa una pérdida de bienestar para la sociedad. "Wall Street se beneficia de la licitación anticipada realizada con computadoras de gran potencia, mediante la venta de instrumentos financieros fraudulentos que se apuestan en contra de los títulos de inversión de alto valor, levantando así su capital propio hasta niveles sin precedentes", explica Roberts.
Los beneficios ya no son una medida del bienestar social, ya que este está siendo atendido mediante el uso eficiente de recursos del capitalismo en el que esos beneficios se logran mediante la sustitución de mano de obra extranjera más barata para realizar el trabajo doméstico, lo cual, según el experto, causa una disminución del poder adquisitivo de los consumidores y un aumento de la desigualdad en el reparto de la riqueza.
La economía de EE.UU. ya no se basa en la educación, el trabajo duro, los precios del mercado libre y su rendición de cuentas, opina Roberts. En lugar de ello, la economía de EE.UU., de acuerdo con el economista, se basa en la manipulación de los precios, el control especulativo de los productos básicos, el apoyo del dólar por parte de los Estados títeres de Washington, estadísticas oficiales manipuladas y falsificadas, la propaganda de los medios financieros, y la inercia de los países, como Rusia y China, que resultan directamente perjudicados, tanto económica como políticamente, por el sistema de pagos en dólares.